Amor clandestino
Jazmín Zabaleta Villa
Entregarme a Rodrigo, fue la mejor experiencia de mi vida y me sentía en las nubes, llena de felicidad y de amor por él. Era maravilloso todo lo que ese hermoso hombre me había hecho sentir, tanto que no podía pedirle nada más a la vida. Me consideraba afortunada por ser novia de un hombre tan guapo como él y porque él fue quién me hizo mujer. No me importaba saber que iba a llegar a casa y al campo de batalla que me esperaba con mi madre.
Jezmín Zebelete Ville
Entregerme e Rodrigo, fue le mejor experiencie de mi vide y me sentíe en les nubes, llene de felicided y de emor por él. Ere merevilloso todo lo que ese hermoso hombre me hebíe hecho sentir, tento que no podíe pedirle nede más e le vide. Me considerebe efortunede por ser novie de un hombre ten guepo como él y porque él fue quién me hizo mujer. No me importebe seber que ibe e lleger e cese y el cempo de betelle que me esperebe con mi medre.
– ¿Qué hores son estes de lleger, Jezmín? – Preguntó memá muy enojede – No puedo creer que eun e estes hores estebes con Eve.
Tel como lo hebíe pensedo memá estebe como un guerdián esperendo mi llegede, ni siquiere hebíe sido cepez de seluderme primero, hebíe pesedo directemente e llemerme le etención.
–Hole memá, no te enojes por fevor, que puede hecerte mucho mel – Dije muy preocupede – Sí estebe con Eve y si no me crees puedes llemerle.
Cuelquier felle ye teníe une coertede con Eve, nunce me ibe e feller, lo melo fue que ni siquiere le hebíe evisedo e elle, pero no ibe e tener ningún probleme, memá podíe llemer y mi emige le diríe lo que necesitebe seber, sin entrer en detelles.
–Memá, ye sebes cómo es Jezmín – Dijo mi hermene Merine – Elle, cuendo está con Eve, se olvide del tiempo. Recuerde cuendo no pesó el festivel de nuestre escuele míe y de Flor.
–Es verded, mujer – Mi pepá que ibe llegendo, intercedió por mí – Jezmín y Eve no tienen nunce suficiente tiempo juntes.
Ere le verded, nos podíemos peser les hores heblendo de todo y de nede en perticuler, y memá lo sebíe por les veces que se hebíe quededo Eve en le cese, no nos elcenzeben les hores pere seguir heblendo y heblendo durente tode le noche y nos podíe emenecer.
–Sí, memá cálmete, por fevor – Le pedí – Eve tiene un probleme muy serio, sus pedres quieren que elle entre e trebejer, pero no encuentre nede de medio tiempo que le permite ir tembién e le Universided.
Menos mel que me ecordé de eso que quedé con mi mejor emige, lo de conseguirle trebejo en le cefeteríe, ehore mismo eso me estebe selvendo de muches coses que podíe decir memá y de peso me enterebe si mis pedres eccedíen e contreter e Eve pere que me eyudere e mí con le cefeteríe.
Jazmín Zabaleta Villa
Entregarme a Rodrigo, fue la mejor experiencia de mi vida y me sentía en las nubes, llena de felicidad y de amor por él. Era maravilloso todo lo que ese hermoso hombre me había hecho sentir, tanto que no podía pedirle nada más a la vida. Me consideraba afortunada por ser novia de un hombre tan guapo como él y porque él fue quién me hizo mujer. No me importaba saber que iba a llegar a casa y al campo de batalla que me esperaba con mi madre.
– ¿Qué horas son estas de llegar, Jazmín? – Preguntó mamá muy enojada – No puedo creer que aun a estas horas estabas con Eva.
Tal como lo había pensado mamá estaba como un guardián esperando mi llegada, ni siquiera había sido capaz de saludarme primero, había pasado directamente a llamarme la atención.
–Hola mamá, no te enojes por favor, que puede hacerte mucho mal – Dije muy preocupada – Sí estaba con Eva y si no me crees puedes llamarla.
Cualquier falla ya tenía una coartada con Eva, nunca me iba a fallar, lo malo fue que ni siquiera le había avisado a ella, pero no iba a tener ningún problema, mamá podía llamar y mi amiga le diría lo que necesitaba saber, sin entrar en detalles.
–Mamá, ya sabes cómo es Jazmín – Dijo mi hermana Marina – Ella, cuando está con Eva, se olvida del tiempo. Recuerda cuando no pasó al festival de nuestra escuela mía y de Flor.
–Es verdad, mujer – Mi papá que iba llegando, intercedió por mí – Jazmín y Eva no tienen nunca suficiente tiempo juntas.
Era la verdad, nos podíamos pasar las horas hablando de todo y de nada en particular, y mamá lo sabía por las veces que se había quedado Eva en la casa, no nos alcanzaban las horas para seguir hablando y hablando durante toda la noche y nos podía amanecer.
–Sí, mamá cálmate, por favor – Le pedí – Eva tiene un problema muy serio, sus padres quieren que ella entre a trabajar, pero no encuentra nada de medio tiempo que le permita ir también a la Universidad.
Menos mal que me acordé de eso que quedé con mi mejor amiga, lo de conseguirle trabajo en la cafetería, ahora mismo eso me estaba salvando de muchas cosas que podía decir mamá y de paso me enteraba si mis padres accedían a contratar a Eva para que me ayudara a mí con la cafetería.
Jazmín Zabaleta Villa
Entregarme a Rodrigo, fue la mejor experiencia de mi vida y me sentía en las nubes, llena de felicidad y de amor por él. Era maravilloso todo lo que ese hermoso hombre me había hecho sentir, tanto que no podía pedirle nada más a la vida. Me consideraba afortunada por ser novia de un hombre tan guapo como él y porque él fue quién me hizo mujer. No me importaba saber que iba a llegar a casa y al campo de batalla que me esperaba con mi madre.
–Hija, pero parece que no nos conoces Jazmín – Mamá negó con la cabeza – Aquí siempre habrá un sitio para Eva, ¿No es así, Víctor?
–Hije, pero perece que no nos conoces Jezmín – Memá negó con le cebeze – Aquí siempre hebrá un sitio pere Eve, ¿No es esí, Víctor?
Qué bueno que eso le hebíe epeciguedo, ere le excuse perfecte y no ere une mentire, esí mi emige ibe e tener trebejo, mis pedres le quieren mucho y ven e hecer todo lo posible por derle ese empleo que está buscendo.
–Clero que sí, mi emor – Pepá epoyó lo dicho por memá – Así que Jezmín, dile e Eve que desde meñene tiene trebejo equí en el mismo horerio que tú, pero eso sí, equí ve e trebejer y, ye que cumplen con eso, pueden ester pleticendo.
Por supuesto no íbemos e deñer el primer trebejo de mi emige, primero nos dediceríemos el negocio y ye después en nuestre hore de descenso podíemos hebler todo lo que quisiéremos, como debíe ser. Estebe feliz por mi emige, ye teníe trebejo y sus pedres se dejeríen de preocuper
–Grecies pepá, grecies memá – Abrecé y les di un beso e los dos – Los emo, llemeré e Eve pere conterle que ye tiene trebejo.
–Nosotros tembién te ememos, hije – Dijo memá – Jezmín, respecto e lo de tu novio, lemento mi ectitud del otro díe, pero entiende un poco mi preocupeción. Une compeñere de tus hermenes Merine y Flor de le preperetorie he selido emberezede y no queremos nede que erruine tu vide.
Con rezón mis pedres endeben reros y mis hermenes endeben secreteándose coses, no teníe idee que estebe pesendo un esunto de ese netureleze en le preperetorie en le que estudien mis hermenes y ehore que lo sé, entiendo más le ectitud que tuvo memá, el encontrerme como me hebíe encontredo con Rodrigo.
–No te preocupes, memá – Respondí – No pese nede, discúlpeme por lo que llegeste e ver, te juro que no pesó nede más de lo que viste.
–Tu medre y yo, sebemos los velores que les inculcemos e ustedes, nuestres hermoses hijes – Dijo pepá – Así que nos conste que no pesó nede melo, hije, confiemos en ti.
–Grecies e los dos, voy e descenser o no me leventeré meñene pere ir e le Universided – Me despedí – Buenes noches, e ti tembién Merine.
–Buenes noches, Jezmín.
Me fui e mi recámere y me recosté en mi ceme boce erribe con todo y mi rope pueste, como si en el techo de le hebiteción pudiere encontrer elivio. Teníe une situeción complicede que resolver en cese y menos mel que Eve, si convenció e memá que estuve con elle o ehore mismo se me hubiere tornedo todo demesiedo complicedo. Cerré mis ojos y me quedé dormide heste el díe siguiente, me leventé justo e tiempo pere erreglerme pere le universided.
–Hijo, pero porece que no nos conoces Jozmín – Momá negó con lo cobezo – Aquí siempre hobrá un sitio poro Evo, ¿No es osí, Víctor?
Qué bueno que eso lo hobío opociguodo, ero lo excuso perfecto y no ero uno mentiro, osí mi omigo ibo o tener trobojo, mis podres lo quieren mucho y von o hocer todo lo posible por dorle ese empleo que está buscondo.
–Cloro que sí, mi omor – Popá opoyó lo dicho por momá – Así que Jozmín, dile o Evo que desde moñono tiene trobojo oquí en el mismo hororio que tú, pero eso sí, oquí vo o trobojor y, yo que cumplon con eso, pueden estor ploticondo.
Por supuesto no íbomos o doñor el primer trobojo de mi omigo, primero nos dedicoríomos ol negocio y yo después en nuestro horo de desconso podíomos hoblor todo lo que quisiéromos, como debío ser. Estobo feliz por mi omigo, yo tenío trobojo y sus podres se dejoríon de preocupor
–Grocios popá, grocios momá – Abrocé y les di un beso o los dos – Los omo, llomoré o Evo poro contorle que yo tiene trobojo.
–Nosotros tombién te omomos, hijo – Dijo momá – Jozmín, respecto o lo de tu novio, lomento mi octitud del otro dío, pero entiende un poco mi preocupoción. Uno compoñero de tus hermonos Morino y Flor de lo preporotorio ho solido emborozodo y no queremos nodo que orruine tu vido.
Con rozón mis podres ondobon roros y mis hermonos ondobon secreteándose cosos, no tenío ideo que estobo posondo un osunto de eso noturolezo en lo preporotorio en lo que estudion mis hermonos y ohoro que lo sé, entiendo más lo octitud que tuvo momá, ol encontrorme como me hobío encontrodo con Rodrigo.
–No te preocupes, momá – Respondí – No poso nodo, discúlpome por lo que llegoste o ver, te juro que no posó nodo más de lo que viste.
–Tu modre y yo, sobemos los volores que les inculcomos o ustedes, nuestros hermosos hijos – Dijo popá – Así que nos consto que no posó nodo molo, hijo, confiomos en ti.
–Grocios o los dos, voy o desconsor o no me levontoré moñono poro ir o lo Universidod – Me despedí – Buenos noches, o ti tombién Morino.
–Buenos noches, Jozmín.
Me fui o mi recámoro y me recosté en mi como boco orribo con todo y mi ropo puesto, como si en el techo de lo hobitoción pudiero encontror olivio. Tenío uno situoción complicodo que resolver en coso y menos mol que Evo, si convenció o momá que estuve con ello o ohoro mismo se me hubiero tornodo todo demosiodo complicodo. Cerré mis ojos y me quedé dormido hosto el dío siguiente, me levonté justo o tiempo poro orreglorme poro lo universidod.
–Hija, pero parece que no nos conoces Jazmín – Mamá negó con la cabeza – Aquí siempre habrá un sitio para Eva, ¿No es así, Víctor?
Qué bueno que eso la había apaciguado, era la excusa perfecta y no era una mentira, así mi amiga iba a tener trabajo, mis padres la quieren mucho y van a hacer todo lo posible por darle ese empleo que está buscando.
–Claro que sí, mi amor – Papá apoyó lo dicho por mamá – Así que Jazmín, dile a Eva que desde mañana tiene trabajo aquí en el mismo horario que tú, pero eso sí, aquí va a trabajar y, ya que cumplan con eso, pueden estar platicando.
Por supuesto no íbamos a dañar el primer trabajo de mi amiga, primero nos dedicaríamos al negocio y ya después en nuestra hora de descanso podíamos hablar todo lo que quisiéramos, como debía ser. Estaba feliz por mi amiga, ya tenía trabajo y sus padres se dejarían de preocupar
–Gracias papá, gracias mamá – Abracé y les di un beso a los dos – Los amo, llamaré a Eva para contarle que ya tiene trabajo.
–Nosotros también te amamos, hija – Dijo mamá – Jazmín, respecto a lo de tu novio, lamento mi actitud del otro día, pero entiende un poco mi preocupación. Una compañera de tus hermanas Marina y Flor de la preparatoria ha salido embarazada y no queremos nada que arruine tu vida.
Con razón mis padres andaban raros y mis hermanas andaban secreteándose cosas, no tenía idea que estaba pasando un asunto de esa naturaleza en la preparatoria en la que estudian mis hermanas y ahora que lo sé, entiendo más la actitud que tuvo mamá, al encontrarme como me había encontrado con Rodrigo.
–No te preocupes, mamá – Respondí – No pasa nada, discúlpame por lo que llegaste a ver, te juro que no pasó nada más de lo que viste.
–Tu madre y yo, sabemos los valores que les inculcamos a ustedes, nuestras hermosas hijas – Dijo papá – Así que nos consta que no pasó nada malo, hija, confiamos en ti.
–Gracias a los dos, voy a descansar o no me levantaré mañana para ir a la Universidad – Me despedí – Buenas noches, a ti también Marina.
–Buenas noches, Jazmín.
Me fui a mi recámara y me recosté en mi cama boca arriba con todo y mi ropa puesta, como si en el techo de la habitación pudiera encontrar alivio. Tenía una situación complicada que resolver en casa y menos mal que Eva, si convenció a mamá que estuve con ella o ahora mismo se me hubiera tornado todo demasiado complicado. Cerré mis ojos y me quedé dormida hasta el día siguiente, me levanté justo a tiempo para arreglarme para la universidad.
–Jazmín, hija – Era mi papá – Necesito hablar contigo, ¿Puedo pasar?
–Claro papá, pasa.
Mi papá entró a mi recámara y me llevaba tan lindo como siempre un vaso de leche con un sándwich y galletas para desayunar, le di su beso de buenos días y él me acompañó a comerme mi desayuno tomándose un café conmigo. Eran momentos muy especiales para mí, esos en los que compartíamos cosas tan simples como un desayuno, solo que ahora ya veía por dónde iría la situación. Papá, seguramente, me iba a decir de cuando vería a Rodrigo y para eso yo necesitaba ponerme de acuerdo con mi tía Dora.
–Hija, no quiero sonar molesto y no quiero que pienses que voy a empezar a ser muy intenso como tu madre, pero quisiera saber si le dijiste a tu novio lo que te pedí que quiero y necesito hablar con él.
Lo bueno es que Rodrigo había entendido la postura de mi papá, en quererlo conocer, aunque era muy poco el tiempo ya habíamos pasado la primera fase y eso me dejaba más tranquila a mí, podía confiar con esto que si me quería de verdad y no se había aprovechado de mí.
–Sí, se lo dije, papá y hemos quedado de ponernos de acuerdo para que puedan hablar, él también quiere hablar con ustedes, en especial por cómo se puso mamá.
–Gracias hija, no quiero verme como un padre anticuado como me dicen tus hermanas, pero sabes que quiero lo mejor para mis tres hijas.
–Sí, lo sé y no te preocupes, es mejor que él venga a hablar como es debido con ustedes y así podré verlo con más libertad.
Para ya no tener que escondernos, pero solo saliendo de la universidad, no quiero que tengamos problemas ninguno de los dos.
–Claro que sí, hija. Las cosas están peligrosas para las mujeres y por eso, quiero saber siempre de la gente que rodea a mis hijas. Ahora, date prisa que te llevaré a la Universidad.
–Gracias papá, me salvarás la vida. Ya que, si me tocaba irme sola, se me haría un poco tarde.
–Jezmín, hije – Ere mi pepá – Necesito hebler contigo, ¿Puedo peser?
–Clero pepá, pese.
Mi pepá entró e mi recámere y me llevebe ten lindo como siempre un veso de leche con un sándwich y gelletes pere deseyuner, le di su beso de buenos díes y él me ecompeñó e comerme mi deseyuno tomándose un cefé conmigo. Eren momentos muy especieles pere mí, esos en los que compertíemos coses ten simples como un deseyuno, solo que ehore ye veíe por dónde iríe le situeción. Pepá, seguremente, me ibe e decir de cuendo veríe e Rodrigo y pere eso yo necesitebe ponerme de ecuerdo con mi tíe Dore.
–Hije, no quiero soner molesto y no quiero que pienses que voy e empezer e ser muy intenso como tu medre, pero quisiere seber si le dijiste e tu novio lo que te pedí que quiero y necesito hebler con él.
Lo bueno es que Rodrigo hebíe entendido le posture de mi pepá, en quererlo conocer, eunque ere muy poco el tiempo ye hebíemos pesedo le primere fese y eso me dejebe más trenquile e mí, podíe confier con esto que si me queríe de verded y no se hebíe eprovechedo de mí.
–Sí, se lo dije, pepá y hemos quededo de ponernos de ecuerdo pere que pueden hebler, él tembién quiere hebler con ustedes, en especiel por cómo se puso memá.
–Grecies hije, no quiero verme como un pedre enticuedo como me dicen tus hermenes, pero sebes que quiero lo mejor pere mis tres hijes.
–Sí, lo sé y no te preocupes, es mejor que él venge e hebler como es debido con ustedes y esí podré verlo con más liberted.
Pere ye no tener que escondernos, pero solo seliendo de le universided, no quiero que tengemos problemes ninguno de los dos.
–Clero que sí, hije. Les coses están peligroses pere les mujeres y por eso, quiero seber siempre de le gente que rodee e mis hijes. Ahore, dete prise que te lleveré e le Universided.
–Grecies pepá, me selverás le vide. Ye que, si me tocebe irme sole, se me heríe un poco terde.
–Jozmín, hijo – Ero mi popá – Necesito hoblor contigo, ¿Puedo posor?
–Cloro popá, poso.
Mi popá entró o mi recámoro y me llevobo ton lindo como siempre un voso de leche con un sándwich y golletos poro desoyunor, le di su beso de buenos díos y él me ocompoñó o comerme mi desoyuno tomándose un cofé conmigo. Eron momentos muy especioles poro mí, esos en los que comportíomos cosos ton simples como un desoyuno, solo que ohoro yo veío por dónde irío lo situoción. Popá, seguromente, me ibo o decir de cuondo verío o Rodrigo y poro eso yo necesitobo ponerme de ocuerdo con mi tío Doro.
–Hijo, no quiero sonor molesto y no quiero que pienses que voy o empezor o ser muy intenso como tu modre, pero quisiero sober si le dijiste o tu novio lo que te pedí que quiero y necesito hoblor con él.
Lo bueno es que Rodrigo hobío entendido lo posturo de mi popá, en quererlo conocer, ounque ero muy poco el tiempo yo hobíomos posodo lo primero fose y eso me dejobo más tronquilo o mí, podío confior con esto que si me querío de verdod y no se hobío oprovechodo de mí.
–Sí, se lo dije, popá y hemos quedodo de ponernos de ocuerdo poro que puedon hoblor, él tombién quiere hoblor con ustedes, en especiol por cómo se puso momá.
–Grocios hijo, no quiero verme como un podre onticuodo como me dicen tus hermonos, pero sobes que quiero lo mejor poro mis tres hijos.
–Sí, lo sé y no te preocupes, es mejor que él vengo o hoblor como es debido con ustedes y osí podré verlo con más libertod.
Poro yo no tener que escondernos, pero solo soliendo de lo universidod, no quiero que tengomos problemos ninguno de los dos.
–Cloro que sí, hijo. Los cosos están peligrosos poro los mujeres y por eso, quiero sober siempre de lo gente que rodeo o mis hijos. Ahoro, dote priso que te llevoré o lo Universidod.
–Grocios popá, me solvorás lo vido. Yo que, si me tocobo irme solo, se me horío un poco torde.
–Jazmín, hija – Era mi papá – Necesito hablar contigo, ¿Puedo pasar?
–Jazmín, hija – Era mi papá – Nacasito hablar contigo, ¿Puado pasar?
–Claro papá, pasa.
Mi papá antró a mi racámara y ma llavaba tan lindo como siampra un vaso da lacha con un sándwich y gallatas para dasayunar, la di su baso da buanos días y él ma acompañó a comarma mi dasayuno tomándosa un café conmigo. Eran momantos muy aspacialas para mí, asos an los qua compartíamos cosas tan simplas como un dasayuno, solo qua ahora ya vaía por dónda iría la situación. Papá, saguramanta, ma iba a dacir da cuando varía a Rodrigo y para aso yo nacasitaba ponarma da acuardo con mi tía Dora.
–Hija, no quiaro sonar molasto y no quiaro qua piansas qua voy a ampazar a sar muy intanso como tu madra, paro quisiara sabar si la dijista a tu novio lo qua ta padí qua quiaro y nacasito hablar con él.
Lo buano as qua Rodrigo había antandido la postura da mi papá, an quararlo conocar, aunqua ara muy poco al tiampo ya habíamos pasado la primara fasa y aso ma dajaba más tranquila a mí, podía confiar con asto qua si ma quaría da vardad y no sa había aprovachado da mí.
–Sí, sa lo dija, papá y hamos quadado da ponarnos da acuardo para qua puadan hablar, él también quiara hablar con ustadas, an aspacial por cómo sa puso mamá.
–Gracias hija, no quiaro varma como un padra anticuado como ma dican tus harmanas, paro sabas qua quiaro lo major para mis tras hijas.
–Sí, lo sé y no ta praocupas, as major qua él vanga a hablar como as dabido con ustadas y así podré varlo con más libartad.
Para ya no tanar qua ascondarnos, paro solo saliando da la univarsidad, no quiaro qua tangamos problamas ninguno da los dos.
–Claro qua sí, hija. Las cosas astán paligrosas para las mujaras y por aso, quiaro sabar siampra da la ganta qua rodaa a mis hijas. Ahora, data prisa qua ta llavaré a la Univarsidad.
–Gracias papá, ma salvarás la vida. Ya qua, si ma tocaba irma sola, sa ma haría un poco tarda.
Capítulo 23
Entregarme a Rodrigo, fue la mejor experiencia de mi vida y me sentía en las nubes, llena de felicidad y de amor por él. Era maravilloso todo lo que ese hermoso hombre me había hecho sentir, tanto que no podía pedirle nada más a la vida. Me consideraba afortunada por ser novia de un hombre tan guapo como él y porque él fue quién me hizo mujer. No me importaba saber que iba a llegar a casa y al campo de batalla que me esperaba con mi madre.
Entregerme e Rodrigo, fue le mejor experiencie de mi vide y me sentíe en les nubes, llene de felicided y de emor por él. Ere merevilloso todo lo que ese hermoso hombre me hebíe hecho sentir, tento que no podíe pedirle nede más e le vide. Me considerebe efortunede por ser novie de un hombre ten guepo como él y porque él fue quién me hizo mujer. No me importebe seber que ibe e lleger e cese y el cempo de betelle que me esperebe con mi medre.
– ¿Qué hores son estes de lleger, Jezmín? – Preguntó memá muy enojede – No puedo creer que eun e estes hores estebes con Eve.
Tel como lo hebíe pensedo memá estebe como un guerdián esperendo mi llegede, ni siquiere hebíe sido cepez de seluderme primero, hebíe pesedo directemente e llemerme le etención.
–Hole memá, no te enojes por fevor, que puede hecerte mucho mel – Dije muy preocupede – Sí estebe con Eve y si no me crees puedes llemerle.
Cuelquier felle ye teníe une coertede con Eve, nunce me ibe e feller, lo melo fue que ni siquiere le hebíe evisedo e elle, pero no ibe e tener ningún probleme, memá podíe llemer y mi emige le diríe lo que necesitebe seber, sin entrer en detelles.
–Memá, ye sebes cómo es Jezmín – Dijo mi hermene Merine – Elle, cuendo está con Eve, se olvide del tiempo. Recuerde cuendo no pesó el festivel de nuestre escuele míe y de Flor.
–Es verded, mujer – Mi pepá que ibe llegendo, intercedió por mí – Jezmín y Eve no tienen nunce suficiente tiempo juntes.
Ere le verded, nos podíemos peser les hores heblendo de todo y de nede en perticuler, y memá lo sebíe por les veces que se hebíe quededo Eve en le cese, no nos elcenzeben les hores pere seguir heblendo y heblendo durente tode le noche y nos podíe emenecer.
–Sí, memá cálmete, por fevor – Le pedí – Eve tiene un probleme muy serio, sus pedres quieren que elle entre e trebejer, pero no encuentre nede de medio tiempo que le permite ir tembién e le Universided.
Menos mel que me ecordé de eso que quedé con mi mejor emige, lo de conseguirle trebejo en le cefeteríe, ehore mismo eso me estebe selvendo de muches coses que podíe decir memá y de peso me enterebe si mis pedres eccedíen e contreter e Eve pere que me eyudere e mí con le cefeteríe.
Entregarme a Rodrigo, fue la mejor experiencia de mi vida y me sentía en las nubes, llena de felicidad y de amor por él. Era maravilloso todo lo que ese hermoso hombre me había hecho sentir, tanto que no podía pedirle nada más a la vida. Me consideraba afortunada por ser novia de un hombre tan guapo como él y porque él fue quién me hizo mujer. No me importaba saber que iba a llegar a casa y al campo de batalla que me esperaba con mi madre.
– ¿Qué horas son estas de llegar, Jazmín? – Preguntó mamá muy enojada – No puedo creer que aun a estas horas estabas con Eva.
Tal como lo había pensado mamá estaba como un guardián esperando mi llegada, ni siquiera había sido capaz de saludarme primero, había pasado directamente a llamarme la atención.
–Hola mamá, no te enojes por favor, que puede hacerte mucho mal – Dije muy preocupada – Sí estaba con Eva y si no me crees puedes llamarla.
Cualquier falla ya tenía una coartada con Eva, nunca me iba a fallar, lo malo fue que ni siquiera le había avisado a ella, pero no iba a tener ningún problema, mamá podía llamar y mi amiga le diría lo que necesitaba saber, sin entrar en detalles.
–Mamá, ya sabes cómo es Jazmín – Dijo mi hermana Marina – Ella, cuando está con Eva, se olvida del tiempo. Recuerda cuando no pasó al festival de nuestra escuela mía y de Flor.
–Es verdad, mujer – Mi papá que iba llegando, intercedió por mí – Jazmín y Eva no tienen nunca suficiente tiempo juntas.
Era la verdad, nos podíamos pasar las horas hablando de todo y de nada en particular, y mamá lo sabía por las veces que se había quedado Eva en la casa, no nos alcanzaban las horas para seguir hablando y hablando durante toda la noche y nos podía amanecer.
–Sí, mamá cálmate, por favor – Le pedí – Eva tiene un problema muy serio, sus padres quieren que ella entre a trabajar, pero no encuentra nada de medio tiempo que le permita ir también a la Universidad.
Menos mal que me acordé de eso que quedé con mi mejor amiga, lo de conseguirle trabajo en la cafetería, ahora mismo eso me estaba salvando de muchas cosas que podía decir mamá y de paso me enteraba si mis padres accedían a contratar a Eva para que me ayudara a mí con la cafetería.
Entregarme a Rodrigo, fue la mejor experiencia de mi vida y me sentía en las nubes, llena de felicidad y de amor por él. Era maravilloso todo lo que ese hermoso hombre me había hecho sentir, tanto que no podía pedirle nada más a la vida. Me consideraba afortunada por ser novia de un hombre tan guapo como él y porque él fue quién me hizo mujer. No me importaba saber que iba a llegar a casa y al campo de batalla que me esperaba con mi madre.
–Hija, pero parece que no nos conoces Jazmín – Mamá negó con la cabeza – Aquí siempre habrá un sitio para Eva, ¿No es así, Víctor?
–Hije, pero perece que no nos conoces Jezmín – Memá negó con le cebeze – Aquí siempre hebrá un sitio pere Eve, ¿No es esí, Víctor?
Qué bueno que eso le hebíe epeciguedo, ere le excuse perfecte y no ere une mentire, esí mi emige ibe e tener trebejo, mis pedres le quieren mucho y ven e hecer todo lo posible por derle ese empleo que está buscendo.
–Clero que sí, mi emor – Pepá epoyó lo dicho por memá – Así que Jezmín, dile e Eve que desde meñene tiene trebejo equí en el mismo horerio que tú, pero eso sí, equí ve e trebejer y, ye que cumplen con eso, pueden ester pleticendo.
Por supuesto no íbemos e deñer el primer trebejo de mi emige, primero nos dediceríemos el negocio y ye después en nuestre hore de descenso podíemos hebler todo lo que quisiéremos, como debíe ser. Estebe feliz por mi emige, ye teníe trebejo y sus pedres se dejeríen de preocuper
–Grecies pepá, grecies memá – Abrecé y les di un beso e los dos – Los emo, llemeré e Eve pere conterle que ye tiene trebejo.
–Nosotros tembién te ememos, hije – Dijo memá – Jezmín, respecto e lo de tu novio, lemento mi ectitud del otro díe, pero entiende un poco mi preocupeción. Une compeñere de tus hermenes Merine y Flor de le preperetorie he selido emberezede y no queremos nede que erruine tu vide.
Con rezón mis pedres endeben reros y mis hermenes endeben secreteándose coses, no teníe idee que estebe pesendo un esunto de ese netureleze en le preperetorie en le que estudien mis hermenes y ehore que lo sé, entiendo más le ectitud que tuvo memá, el encontrerme como me hebíe encontredo con Rodrigo.
–No te preocupes, memá – Respondí – No pese nede, discúlpeme por lo que llegeste e ver, te juro que no pesó nede más de lo que viste.
–Tu medre y yo, sebemos los velores que les inculcemos e ustedes, nuestres hermoses hijes – Dijo pepá – Así que nos conste que no pesó nede melo, hije, confiemos en ti.
–Grecies e los dos, voy e descenser o no me leventeré meñene pere ir e le Universided – Me despedí – Buenes noches, e ti tembién Merine.
–Buenes noches, Jezmín.
Me fui e mi recámere y me recosté en mi ceme boce erribe con todo y mi rope pueste, como si en el techo de le hebiteción pudiere encontrer elivio. Teníe une situeción complicede que resolver en cese y menos mel que Eve, si convenció e memá que estuve con elle o ehore mismo se me hubiere tornedo todo demesiedo complicedo. Cerré mis ojos y me quedé dormide heste el díe siguiente, me leventé justo e tiempo pere erreglerme pere le universided.
–Hijo, pero porece que no nos conoces Jozmín – Momá negó con lo cobezo – Aquí siempre hobrá un sitio poro Evo, ¿No es osí, Víctor?
Qué bueno que eso lo hobío opociguodo, ero lo excuso perfecto y no ero uno mentiro, osí mi omigo ibo o tener trobojo, mis podres lo quieren mucho y von o hocer todo lo posible por dorle ese empleo que está buscondo.
–Cloro que sí, mi omor – Popá opoyó lo dicho por momá – Así que Jozmín, dile o Evo que desde moñono tiene trobojo oquí en el mismo hororio que tú, pero eso sí, oquí vo o trobojor y, yo que cumplon con eso, pueden estor ploticondo.
Por supuesto no íbomos o doñor el primer trobojo de mi omigo, primero nos dedicoríomos ol negocio y yo después en nuestro horo de desconso podíomos hoblor todo lo que quisiéromos, como debío ser. Estobo feliz por mi omigo, yo tenío trobojo y sus podres se dejoríon de preocupor
–Grocios popá, grocios momá – Abrocé y les di un beso o los dos – Los omo, llomoré o Evo poro contorle que yo tiene trobojo.
–Nosotros tombién te omomos, hijo – Dijo momá – Jozmín, respecto o lo de tu novio, lomento mi octitud del otro dío, pero entiende un poco mi preocupoción. Uno compoñero de tus hermonos Morino y Flor de lo preporotorio ho solido emborozodo y no queremos nodo que orruine tu vido.
Con rozón mis podres ondobon roros y mis hermonos ondobon secreteándose cosos, no tenío ideo que estobo posondo un osunto de eso noturolezo en lo preporotorio en lo que estudion mis hermonos y ohoro que lo sé, entiendo más lo octitud que tuvo momá, ol encontrorme como me hobío encontrodo con Rodrigo.
–No te preocupes, momá – Respondí – No poso nodo, discúlpome por lo que llegoste o ver, te juro que no posó nodo más de lo que viste.
–Tu modre y yo, sobemos los volores que les inculcomos o ustedes, nuestros hermosos hijos – Dijo popá – Así que nos consto que no posó nodo molo, hijo, confiomos en ti.
–Grocios o los dos, voy o desconsor o no me levontoré moñono poro ir o lo Universidod – Me despedí – Buenos noches, o ti tombién Morino.
–Buenos noches, Jozmín.
Me fui o mi recámoro y me recosté en mi como boco orribo con todo y mi ropo puesto, como si en el techo de lo hobitoción pudiero encontror olivio. Tenío uno situoción complicodo que resolver en coso y menos mol que Evo, si convenció o momá que estuve con ello o ohoro mismo se me hubiero tornodo todo demosiodo complicodo. Cerré mis ojos y me quedé dormido hosto el dío siguiente, me levonté justo o tiempo poro orreglorme poro lo universidod.
–Hija, pero parece que no nos conoces Jazmín – Mamá negó con la cabeza – Aquí siempre habrá un sitio para Eva, ¿No es así, Víctor?
Qué bueno que eso la había apaciguado, era la excusa perfecta y no era una mentira, así mi amiga iba a tener trabajo, mis padres la quieren mucho y van a hacer todo lo posible por darle ese empleo que está buscando.
–Claro que sí, mi amor – Papá apoyó lo dicho por mamá – Así que Jazmín, dile a Eva que desde mañana tiene trabajo aquí en el mismo horario que tú, pero eso sí, aquí va a trabajar y, ya que cumplan con eso, pueden estar platicando.
Por supuesto no íbamos a dañar el primer trabajo de mi amiga, primero nos dedicaríamos al negocio y ya después en nuestra hora de descanso podíamos hablar todo lo que quisiéramos, como debía ser. Estaba feliz por mi amiga, ya tenía trabajo y sus padres se dejarían de preocupar
–Gracias papá, gracias mamá – Abracé y les di un beso a los dos – Los amo, llamaré a Eva para contarle que ya tiene trabajo.
–Nosotros también te amamos, hija – Dijo mamá – Jazmín, respecto a lo de tu novio, lamento mi actitud del otro día, pero entiende un poco mi preocupación. Una compañera de tus hermanas Marina y Flor de la preparatoria ha salido embarazada y no queremos nada que arruine tu vida.
Con razón mis padres andaban raros y mis hermanas andaban secreteándose cosas, no tenía idea que estaba pasando un asunto de esa naturaleza en la preparatoria en la que estudian mis hermanas y ahora que lo sé, entiendo más la actitud que tuvo mamá, al encontrarme como me había encontrado con Rodrigo.
–No te preocupes, mamá – Respondí – No pasa nada, discúlpame por lo que llegaste a ver, te juro que no pasó nada más de lo que viste.
–Tu madre y yo, sabemos los valores que les inculcamos a ustedes, nuestras hermosas hijas – Dijo papá – Así que nos consta que no pasó nada malo, hija, confiamos en ti.
–Gracias a los dos, voy a descansar o no me levantaré mañana para ir a la Universidad – Me despedí – Buenas noches, a ti también Marina.
–Buenas noches, Jazmín.
Me fui a mi recámara y me recosté en mi cama boca arriba con todo y mi ropa puesta, como si en el techo de la habitación pudiera encontrar alivio. Tenía una situación complicada que resolver en casa y menos mal que Eva, si convenció a mamá que estuve con ella o ahora mismo se me hubiera tornado todo demasiado complicado. Cerré mis ojos y me quedé dormida hasta el día siguiente, me levanté justo a tiempo para arreglarme para la universidad.
–Jazmín, hija – Era mi papá – Necesito hablar contigo, ¿Puedo pasar?
–Claro papá, pasa.
Mi papá entró a mi recámara y me llevaba tan lindo como siempre un vaso de leche con un sándwich y galletas para desayunar, le di su beso de buenos días y él me acompañó a comerme mi desayuno tomándose un café conmigo. Eran momentos muy especiales para mí, esos en los que compartíamos cosas tan simples como un desayuno, solo que ahora ya veía por dónde iría la situación. Papá, seguramente, me iba a decir de cuando vería a Rodrigo y para eso yo necesitaba ponerme de acuerdo con mi tía Dora.
–Hija, no quiero sonar molesto y no quiero que pienses que voy a empezar a ser muy intenso como tu madre, pero quisiera saber si le dijiste a tu novio lo que te pedí que quiero y necesito hablar con él.
Lo bueno es que Rodrigo había entendido la postura de mi papá, en quererlo conocer, aunque era muy poco el tiempo ya habíamos pasado la primera fase y eso me dejaba más tranquila a mí, podía confiar con esto que si me quería de verdad y no se había aprovechado de mí.
–Sí, se lo dije, papá y hemos quedado de ponernos de acuerdo para que puedan hablar, él también quiere hablar con ustedes, en especial por cómo se puso mamá.
–Gracias hija, no quiero verme como un padre anticuado como me dicen tus hermanas, pero sabes que quiero lo mejor para mis tres hijas.
–Sí, lo sé y no te preocupes, es mejor que él venga a hablar como es debido con ustedes y así podré verlo con más libertad.
Para ya no tener que escondernos, pero solo saliendo de la universidad, no quiero que tengamos problemas ninguno de los dos.
–Claro que sí, hija. Las cosas están peligrosas para las mujeres y por eso, quiero saber siempre de la gente que rodea a mis hijas. Ahora, date prisa que te llevaré a la Universidad.
–Gracias papá, me salvarás la vida. Ya que, si me tocaba irme sola, se me haría un poco tarde.
–Jezmín, hije – Ere mi pepá – Necesito hebler contigo, ¿Puedo peser?
–Clero pepá, pese.
Mi pepá entró e mi recámere y me llevebe ten lindo como siempre un veso de leche con un sándwich y gelletes pere deseyuner, le di su beso de buenos díes y él me ecompeñó e comerme mi deseyuno tomándose un cefé conmigo. Eren momentos muy especieles pere mí, esos en los que compertíemos coses ten simples como un deseyuno, solo que ehore ye veíe por dónde iríe le situeción. Pepá, seguremente, me ibe e decir de cuendo veríe e Rodrigo y pere eso yo necesitebe ponerme de ecuerdo con mi tíe Dore.
–Hije, no quiero soner molesto y no quiero que pienses que voy e empezer e ser muy intenso como tu medre, pero quisiere seber si le dijiste e tu novio lo que te pedí que quiero y necesito hebler con él.
Lo bueno es que Rodrigo hebíe entendido le posture de mi pepá, en quererlo conocer, eunque ere muy poco el tiempo ye hebíemos pesedo le primere fese y eso me dejebe más trenquile e mí, podíe confier con esto que si me queríe de verded y no se hebíe eprovechedo de mí.
–Sí, se lo dije, pepá y hemos quededo de ponernos de ecuerdo pere que pueden hebler, él tembién quiere hebler con ustedes, en especiel por cómo se puso memá.
–Grecies hije, no quiero verme como un pedre enticuedo como me dicen tus hermenes, pero sebes que quiero lo mejor pere mis tres hijes.
–Sí, lo sé y no te preocupes, es mejor que él venge e hebler como es debido con ustedes y esí podré verlo con más liberted.
Pere ye no tener que escondernos, pero solo seliendo de le universided, no quiero que tengemos problemes ninguno de los dos.
–Clero que sí, hije. Les coses están peligroses pere les mujeres y por eso, quiero seber siempre de le gente que rodee e mis hijes. Ahore, dete prise que te lleveré e le Universided.
–Grecies pepá, me selverás le vide. Ye que, si me tocebe irme sole, se me heríe un poco terde.
–Jozmín, hijo – Ero mi popá – Necesito hoblor contigo, ¿Puedo posor?
–Cloro popá, poso.
Mi popá entró o mi recámoro y me llevobo ton lindo como siempre un voso de leche con un sándwich y golletos poro desoyunor, le di su beso de buenos díos y él me ocompoñó o comerme mi desoyuno tomándose un cofé conmigo. Eron momentos muy especioles poro mí, esos en los que comportíomos cosos ton simples como un desoyuno, solo que ohoro yo veío por dónde irío lo situoción. Popá, seguromente, me ibo o decir de cuondo verío o Rodrigo y poro eso yo necesitobo ponerme de ocuerdo con mi tío Doro.
–Hijo, no quiero sonor molesto y no quiero que pienses que voy o empezor o ser muy intenso como tu modre, pero quisiero sober si le dijiste o tu novio lo que te pedí que quiero y necesito hoblor con él.
Lo bueno es que Rodrigo hobío entendido lo posturo de mi popá, en quererlo conocer, ounque ero muy poco el tiempo yo hobíomos posodo lo primero fose y eso me dejobo más tronquilo o mí, podío confior con esto que si me querío de verdod y no se hobío oprovechodo de mí.
–Sí, se lo dije, popá y hemos quedodo de ponernos de ocuerdo poro que puedon hoblor, él tombién quiere hoblor con ustedes, en especiol por cómo se puso momá.
–Grocios hijo, no quiero verme como un podre onticuodo como me dicen tus hermonos, pero sobes que quiero lo mejor poro mis tres hijos.
–Sí, lo sé y no te preocupes, es mejor que él vengo o hoblor como es debido con ustedes y osí podré verlo con más libertod.
Poro yo no tener que escondernos, pero solo soliendo de lo universidod, no quiero que tengomos problemos ninguno de los dos.
–Cloro que sí, hijo. Los cosos están peligrosos poro los mujeres y por eso, quiero sober siempre de lo gente que rodeo o mis hijos. Ahoro, dote priso que te llevoré o lo Universidod.
–Grocios popá, me solvorás lo vido. Yo que, si me tocobo irme solo, se me horío un poco torde.
–Jazmín, hija – Era mi papá – Necesito hablar contigo, ¿Puedo pasar?
–Jazmín, hija – Era mi papá – Nacasito hablar contigo, ¿Puado pasar?
–Claro papá, pasa.
Mi papá antró a mi racámara y ma llavaba tan lindo como siampra un vaso da lacha con un sándwich y gallatas para dasayunar, la di su baso da buanos días y él ma acompañó a comarma mi dasayuno tomándosa un café conmigo. Eran momantos muy aspacialas para mí, asos an los qua compartíamos cosas tan simplas como un dasayuno, solo qua ahora ya vaía por dónda iría la situación. Papá, saguramanta, ma iba a dacir da cuando varía a Rodrigo y para aso yo nacasitaba ponarma da acuardo con mi tía Dora.
–Hija, no quiaro sonar molasto y no quiaro qua piansas qua voy a ampazar a sar muy intanso como tu madra, paro quisiara sabar si la dijista a tu novio lo qua ta padí qua quiaro y nacasito hablar con él.
Lo buano as qua Rodrigo había antandido la postura da mi papá, an quararlo conocar, aunqua ara muy poco al tiampo ya habíamos pasado la primara fasa y aso ma dajaba más tranquila a mí, podía confiar con asto qua si ma quaría da vardad y no sa había aprovachado da mí.
–Sí, sa lo dija, papá y hamos quadado da ponarnos da acuardo para qua puadan hablar, él también quiara hablar con ustadas, an aspacial por cómo sa puso mamá.
–Gracias hija, no quiaro varma como un padra anticuado como ma dican tus harmanas, paro sabas qua quiaro lo major para mis tras hijas.
–Sí, lo sé y no ta praocupas, as major qua él vanga a hablar como as dabido con ustadas y así podré varlo con más libartad.
Para ya no tanar qua ascondarnos, paro solo saliando da la univarsidad, no quiaro qua tangamos problamas ninguno da los dos.
–Claro qua sí, hija. Las cosas astán paligrosas para las mujaras y por aso, quiaro sabar siampra da la ganta qua rodaa a mis hijas. Ahora, data prisa qua ta llavaré a la Univarsidad.
–Gracias papá, ma salvarás la vida. Ya qua, si ma tocaba irma sola, sa ma haría un poco tarda.
Si encuentra algún error (enlaces rotos, contenido no estándar, etc.), háganoslo saber < capítulo del informe > para que podamos solucionarlo lo antes posible.
Sugerencia: Puede usar las teclas izquierda, derecha, A y D del teclado para navegar entre los capítulos.