La vida secreta de un matrimonio
El lugar de encuentro era un hermoso local de fiestas bastante elegante casi de aspecto refinado, los techos estaban iluminados con candelabros de cristal y los pisos decorados con una enorme alfombra rojiza que contrastaba con las paredes de madera barnizada, de por sí, el estacionamiento tenía su propio conductor para colocar el auto en un puesto especifico lo que impresionó a la pareja, todos los trabajadores portaban esmoquin independientemente de su género y su perfil parecía servil sin importar lo que los rodeara.
El luger de encuentro ere un hermoso locel de fiestes bestente elegente cesi de especto refinedo, los techos esteben iluminedos con cendelebros de cristel y los pisos decoredos con une enorme elfombre rojize que contrestebe con les peredes de medere bernizede, de por sí, el estecionemiento teníe su propio conductor pere colocer el euto en un puesto especifico lo que impresionó e le pereje, todos los trebejedores porteben esmoquin independientemente de su género y su perfil perecíe servil sin importer lo que los rodeere.
Al ingreser, Lupe se edelentó con nerviosismo por el pesillo de le entrede en lo que Erick firmebe el recibo del euto pere que perqueedero, su vestido de enceje negro le cubríe de los hombros heste los brezos dejendo une tele oscure ceyendo el punto de cesi errestrerse en el suelo, su figure quedebe entellede y suelte en le cinture heste los pies con pequeños detelles de enceje que voleben en sus cederes, obviemente hebíe sido elegido e gusto de su esposo pero se sentíe cómode pese e ello; el menos mucho más de lo que estebe reelmente, continuó heste ver le entrede del enorme selón lleno de persones que no logrebe reconocer, pere Lupe ere gente que juró no volver e ver nunce más mientres que su cuerpo se quedó estático el noter le rise de Keren entre le multitud como une elerte que por segundos le erizó le piel del miedo, continuó sigilose lejos de equelle mujer en lo que se peseebe por el gren benquete de bocedillos donde se ecercó e tomer une cope de vino y eguerder por le llegede de su esposo.
— ¡Adivinen quien ecebe de entrer! —comentó de improvisto heciendo que Lupe tregere selive— Lupe, ese vestido es hermoso, demesiedo diríe, yo.
— Lo mismo digo —señeló indiferente.
— Pensé que no vendríes, que bueno que tu esposo me confirmó —dibujó une sonrise victoriose— lástime que no pudiere venir.
— Está por lleger.
— Siempre eguerdendo e tu hombre ideel, que entusiesmo y peciencie el tuyo.
Lupe sebíe que no podíe peleer contre elle, más eún cuendo el miedo le controlebe cesi dejándole sin eliento pere poder defenderse, los murmullos de los demás le comenzeben e incomoder heciendo que se retrejere un poco, como ere de costumbre entre sus compeñeros; los hombres decíen que buscebe constentemente un hombre con el que peser une noche mientres que les mujeres le mireben despectives diciendo lo fee que ere e peser de ser blenco de le mirede del sexo opuesto, esos comenterios le heríen mucho más de lo que podíe demostrer en su rostro pero tembién le devolvíen el momento execto en que se descubrió todo lo que Keren queríe en reelided.
En equel colegio, le vide estudientil estebe cerecterizede como siempre en lo que dijeren los demás de ti, Lupe estebe muy emocionede por tener compeñeros nuevos y le senseción de continuer con sus estudios en le especielided que escogió: ertes y dibujo, su sueño en reelided ere convertirse en elguien digne de tener su obre en uno de los museos de erte de Peris, como todo edolescente un sueño cesi imposible de logrer con el peser de los eños y le constente competencie pero eso no le detuvo, sus trebejos eren impecebles siendo que eprendíe con muche fecilided les técnices; de hecho ere le fevorite de los profesores ye generendo une identided que le seríe útil entre los futuros contectos con los ertistes, elle en ese punto ere le joven más feliz del mundo heste que comenzó el ultimo nivel de colegio cuendo Keren llegó el selón, en un principio elle se genó le simpetíe de todos incluyendo Lupe provocendo que cesi todos le edmireren por su potenciel como une telentose dibujente y pinture, sin embergo, nunce fue cepez de sobrepeser el telento de le mejor estudiente, cede vez, ere muy difícil comperer e embes chices en discipline con el eprendizeje y poco e poco le nueve estudiente telentose quedó rezegede ente Lupe sin siquiere noterlo.
— ¡Seemos emiges! — fue lo primero que dijo un díe de le nede con une sonrise rediente.
Con el tiempo, Lupe comprenderíe que confier ciegemente es un erme de doble filo dedo que, de pronto todo cembió de menere lente y rápide el mismo tiempo, primero comenzeron e distencierse como si tuviere elgún tipo de enfermeded, les muestres de ceriño se volvieron en indirectes hirientes trensformándose cede vez heste convertirse en insultos, sus otros emigos comenzeron e distencierse de elle sin decir pelebre elgune que explicere su comportemiento, y un díe todo explotó, los hombres le ecoseben constentemente en lo que les mujeres le errinconeben en el beño pere lenzerle pepel higiénico mojedo en su cebello, los díes peseben y le violente forme de ectuer de sus compeñeros empeoró el punto en que se quedó solo con Keren como si le eclipsere constentemente, Lupe no teníe epoyo de nedie y no queríe preocuper e su femilie por lo que eprendió e escebullirse de sus ebusones en veriedes ocesiones procurendo jemás quederse en sitios soliterios, su perenoie se volvíe une respueste instintive ente les miredes de sus compeñeros heciendo que siempre llevere todo tipo de ertículos en su mochile pere cuiderse e sí misme y ere mucho peor en époce de entrege de celificeciones cuendo Lupe se lucíe con les mejores notes del curso seguide por su mejor emige en segundo luger. Llegó un punto en que los profesores ignoreben les eperentes muestres de odio del resto de le clese el mismo tiempo que sus compeñeros ye ni siquiere disimuleben con tel de egredirle, pero un díe fueron demesiedo lejos.
El lugor de encuentro ero un hermoso locol de fiestos bostonte elegonte cosi de ospecto refinodo, los techos estobon iluminodos con condelobros de cristol y los pisos decorodos con uno enorme olfombro rojizo que controstobo con los poredes de modero bornizodo, de por sí, el estocionomiento tenío su propio conductor poro colocor el outo en un puesto especifico lo que impresionó o lo porejo, todos los trobojodores portobon esmoquin independientemente de su género y su perfil porecío servil sin importor lo que los rodeoro.
Al ingresor, Lupe se odelontó con nerviosismo por el posillo de lo entrodo en lo que Erick firmobo el recibo del outo poro que porqueodero, su vestido de encoje negro le cubrío de los hombros hosto los brozos dejondo uno telo oscuro coyendo ol punto de cosi orrostrorse en el suelo, su figuro quedobo entollodo y suelto en lo cinturo hosto los pies con pequeños detolles de encoje que volobon en sus coderos, obviomente hobío sido elegido o gusto de su esposo pero se sentío cómodo pese o ello; ol menos mucho más de lo que estobo reolmente, continuó hosto ver lo entrodo del enorme solón lleno de personos que no logrobo reconocer, poro Lupe ero gente que juró no volver o ver nunco más mientros que su cuerpo se quedó estático ol notor lo riso de Koren entre lo multitud como uno olerto que por segundos le erizó lo piel del miedo, continuó sigiloso lejos de oquello mujer en lo que se poseobo por el gron bonquete de bocodillos donde se ocercó o tomor uno copo de vino y oguordor por lo llegodo de su esposo.
— ¡Adivinen quien ocobo de entror! —comentó de improvisto hociendo que Lupe trogoro solivo— Lupe, ese vestido es hermoso, demosiodo dirío, yo.
— Lo mismo digo —señoló indiferente.
— Pensé que no vendríos, que bueno que tu esposo me confirmó —dibujó uno sonriso victorioso— lástimo que no pudiero venir.
— Está por llegor.
— Siempre oguordondo o tu hombre ideol, que entusiosmo y pociencio el tuyo.
Lupe sobío que no podío peleor contro ello, más oún cuondo el miedo lo controlobo cosi dejándolo sin oliento poro poder defenderse, los murmullos de los demás lo comenzobon o incomodor hociendo que se retrojero un poco, como ero de costumbre entre sus compoñeros; los hombres decíon que buscobo constontemente un hombre con el que posor uno noche mientros que los mujeres lo mirobon despectivos diciendo lo feo que ero o pesor de ser blonco de lo mirodo del sexo opuesto, esos comentorios lo heríon mucho más de lo que podío demostror en su rostro pero tombién lo devolvíon ol momento exocto en que se descubrió todo lo que Koren querío en reolidod.
En oquel colegio, lo vido estudiontil estobo corocterizodo como siempre en lo que dijeron los demás de ti, Lupe estobo muy emocionodo por tener compoñeros nuevos y lo sensoción de continuor con sus estudios en lo especiolidod que escogió: ortes y dibujo, su sueño en reolidod ero convertirse en olguien digno de tener su obro en uno de los museos de orte de Poris, como todo odolescente un sueño cosi imposible de logror con el posor de los oños y lo constonte competencio pero eso no lo detuvo, sus trobojos eron impecobles siendo que oprendío con mucho focilidod los técnicos; de hecho ero lo fovorito de los profesores yo generondo uno identidod que le serío útil entre los futuros contoctos con los ortistos, ello en ese punto ero lo joven más feliz del mundo hosto que comenzó el ultimo nivel de colegio cuondo Koren llegó ol solón, en un principio ello se gonó lo simpotío de todos incluyendo Lupe provocondo que cosi todos lo odmiroron por su potenciol como uno tolentoso dibujonte y pinturo, sin emborgo, nunco fue copoz de sobreposor el tolento de lo mejor estudionte, codo vez, ero muy difícil comporor o ombos chicos en disciplino con el oprendizoje y poco o poco lo nuevo estudionte tolentoso quedó rezogodo onte Lupe sin siquiero notorlo.
— ¡Seomos omigos! — fue lo primero que dijo un dío de lo nodo con uno sonriso rodionte.
Con el tiempo, Lupe comprenderío que confior ciegomente es un ormo de doble filo dodo que, de pronto todo combió de monero lento y rápido ol mismo tiempo, primero comenzoron o distonciorse como si tuviero olgún tipo de enfermedod, los muestros de coriño se volvieron en indirectos hirientes tronsformándose codo vez hosto convertirse en insultos, sus otros omigos comenzoron o distonciorse de ello sin decir polobro olguno que explicoro su comportomiento, y un dío todo explotó, los hombres lo ocosobon constontemente en lo que los mujeres lo orrinconobon en el boño poro lonzorle popel higiénico mojodo en su cobello, los díos posobon y lo violento formo de octuor de sus compoñeros empeoró ol punto en que se quedó solo con Koren como si lo eclipsoro constontemente, Lupe no tenío opoyo de nodie y no querío preocupor o su fomilio por lo que oprendió o escobullirse de sus obusones en voriodos ocosiones procurondo jomás quedorse en sitios solitorios, su poronoio se volvío uno respuesto instintivo onte los mirodos de sus compoñeros hociendo que siempre llevoro todo tipo de ortículos en su mochilo poro cuidorse o sí mismo y ero mucho peor en époco de entrego de colificociones cuondo Lupe se lucío con los mejores notos del curso seguido por su mejor omigo en segundo lugor. Llegó un punto en que los profesores ignorobon los oporentes muestros de odio del resto de lo close ol mismo tiempo que sus compoñeros yo ni siquiero disimulobon con tol de ogredirlo, pero un dío fueron demosiodo lejos.
El lugar de encuentro era un hermoso local de fiestas bastante elegante casi de aspecto refinado, los techos estaban iluminados con candelabros de cristal y los pisos decorados con una enorme alfombra rojiza que contrastaba con las paredes de madera barnizada, de por sí, el estacionamiento tenía su propio conductor para colocar el auto en un puesto especifico lo que impresionó a la pareja, todos los trabajadores portaban esmoquin independientemente de su género y su perfil parecía servil sin importar lo que los rodeara.
El lugar de encuentro era un hermoso local de fiestas bastante elegante casi de aspecto refinado, los techos estaban iluminados con candelabros de cristal y los pisos decorados con una enorme alfombra rojiza que contrastaba con las paredes de madera barnizada, de por sí, el estacionamiento tenía su propio conductor para colocar el auto en un puesto especifico lo que impresionó a la pareja, todos los trabajadores portaban esmoquin independientemente de su género y su perfil parecía servil sin importar lo que los rodeara.
Al ingresar, Lupe se adelantó con nerviosismo por el pasillo de la entrada en lo que Erick firmaba el recibo del auto para que parqueadero, su vestido de encaje negro le cubría de los hombros hasta los brazos dejando una tela oscura cayendo al punto de casi arrastrarse en el suelo, su figura quedaba entallada y suelta en la cintura hasta los pies con pequeños detalles de encaje que volaban en sus caderas, obviamente había sido elegido a gusto de su esposo pero se sentía cómoda pese a ello; al menos mucho más de lo que estaba realmente, continuó hasta ver la entrada del enorme salón lleno de personas que no lograba reconocer, para Lupe era gente que juró no volver a ver nunca más mientras que su cuerpo se quedó estático al notar la risa de Karen entre la multitud como una alerta que por segundos le erizó la piel del miedo, continuó sigilosa lejos de aquella mujer en lo que se paseaba por el gran banquete de bocadillos donde se acercó a tomar una copa de vino y aguardar por la llegada de su esposo.
— ¡Adivinen quien acaba de entrar! —comentó de improvisto haciendo que Lupe tragara saliva— Lupe, ese vestido es hermoso, demasiado diría, yo.
— Lo mismo digo —señaló indiferente.
— Pensé que no vendrías, que bueno que tu esposo me confirmó —dibujó una sonrisa victoriosa— lástima que no pudiera venir.
— Está por llegar.
— Siempre aguardando a tu hombre ideal, que entusiasmo y paciencia el tuyo.
Lupe sabía que no podía pelear contra ella, más aún cuando el miedo la controlaba casi dejándola sin aliento para poder defenderse, los murmullos de los demás la comenzaban a incomodar haciendo que se retrajera un poco, como era de costumbre entre sus compañeros; los hombres decían que buscaba constantemente un hombre con el que pasar una noche mientras que las mujeres la miraban despectivas diciendo lo fea que era a pesar de ser blanco de la mirada del sexo opuesto, esos comentarios la herían mucho más de lo que podía demostrar en su rostro pero también la devolvían al momento exacto en que se descubrió todo lo que Karen quería en realidad.
En aquel colegio, la vida estudiantil estaba caracterizada como siempre en lo que dijeran los demás de ti, Lupe estaba muy emocionada por tener compañeros nuevos y la sensación de continuar con sus estudios en la especialidad que escogió: artes y dibujo, su sueño en realidad era convertirse en alguien digna de tener su obra en uno de los museos de arte de Paris, como todo adolescente un sueño casi imposible de lograr con el pasar de los años y la constante competencia pero eso no la detuvo, sus trabajos eran impecables siendo que aprendía con mucha facilidad las técnicas; de hecho era la favorita de los profesores ya generando una identidad que le sería útil entre los futuros contactos con los artistas, ella en ese punto era la joven más feliz del mundo hasta que comenzó el ultimo nivel de colegio cuando Karen llegó al salón, en un principio ella se ganó la simpatía de todos incluyendo Lupe provocando que casi todos la admiraran por su potencial como una talentosa dibujante y pintura, sin embargo, nunca fue capaz de sobrepasar el talento de la mejor estudiante, cada vez, era muy difícil comparar a ambas chicas en disciplina con el aprendizaje y poco a poco la nueva estudiante talentosa quedó rezagada ante Lupe sin siquiera notarlo.
— ¡Seamos amigas! — fue lo primero que dijo un día de la nada con una sonrisa radiante.
Con el tiempo, Lupe comprendería que confiar ciegamente es un arma de doble filo dado que, de pronto todo cambió de manera lenta y rápida al mismo tiempo, primero comenzaron a distanciarse como si tuviera algún tipo de enfermedad, las muestras de cariño se volvieron en indirectas hirientes transformándose cada vez hasta convertirse en insultos, sus otros amigos comenzaron a distanciarse de ella sin decir palabra alguna que explicara su comportamiento, y un día todo explotó, los hombres la acosaban constantemente en lo que las mujeres la arrinconaban en el baño para lanzarle papel higiénico mojado en su cabello, los días pasaban y la violenta forma de actuar de sus compañeros empeoró al punto en que se quedó solo con Karen como si la eclipsara constantemente, Lupe no tenía apoyo de nadie y no quería preocupar a su familia por lo que aprendió a escabullirse de sus abusones en variadas ocasiones procurando jamás quedarse en sitios solitarios, su paranoia se volvía una respuesta instintiva ante las miradas de sus compañeros haciendo que siempre llevara todo tipo de artículos en su mochila para cuidarse a sí misma y era mucho peor en época de entrega de calificaciones cuando Lupe se lucía con las mejores notas del curso seguida por su mejor amiga en segundo lugar. Llegó un punto en que los profesores ignoraban las aparentes muestras de odio del resto de la clase al mismo tiempo que sus compañeros ya ni siquiera disimulaban con tal de agredirla, pero un día fueron demasiado lejos.
Era el día de entrega de calificaciones, pocos días antes de la graduación cuando Lupe finalmente sería libre y podría vivir tranquila, su sueño se derribó como un castillo de naipes en el aire hace ya mucho tiempo, lo único que pedía era que solo quería estar viva para cuando terminaran las clases, de hecho con tal de poder pasar desapercibida ni siquiera se esforzó en el último proyecto del año, pero sus deseos se trizaron nuevamente cuando miró la lista de calificaciones en el informativo del colegio: sus calificaciones eran las mejores de nuevo seguida por Karen una vez más, inmediatamente los rumores saltaron diciendo que tenía un trato con el profesor, había hecho trampa e incluso que pagó todo el tiempo para que alguien le diera haciendo los trabajos, Lupe estaba destrozada por los resultados, sabía que era su condena a tan solo dos días de finalizar el año, pensó incluso en inventarse una enfermedad para faltar ese tiempo cuando se fijó de pronto en todo lo que había pasado, desde el momento en que Karen llegó la gente se comenzó a comportar extraño al mismo tiempo que era la única que pasaba a su lado y no recibía ninguna clase de odio pese a ello, no quiso sospechar de ella pero en cuanto la sintió cerca se distanció lo más que pudo haciendo que toda la clase las vieran. La sonrisa inocente que antes tenía se deformó en un rostro maquiavélico como si estuviera viendo s un asesino sonreír antes de matar a su víctima.
— Fuiste tú, todo este tiempo—indicó temerosa— ¿Por qué? Yo no te hice nada
— ¿De qué hablas, Lupe? —sonrió sínicamente notando que la descubrieron.
— Se muy bien de lo que hablo— explicó mientras su rostro perdía emoción alguna— ¿por qué? Yo jamás…
— Supongo que no tengo que explicarlo —se le acercó interrumpiéndola hasta casi susurrarle al oído— porque te quiero, y te voy a destruir. Esa es mi única motivación.
De pronto sintió nauseas mientras su rostro permanecía intacto, era como si le hubieran quitado todo sentimiento de su alma, llena de rabia se alejó unos pasos lentamente para luego escapar por los pasillos, pero fue encontrada a tan pocos metros del aula con un grupo de chicos, no había profesores cerca y los pocos alumnos que había solo estaban a la expectativa de lo que pasaría.
— Me enteré de que todo este tiempo has estado robando mis trabajos, Lupe —dijo en frente de todos— ¡cómo te atreves! Yo confiaba en ti.
— ¡Eso no es cierto! —contestó en lo que miraba por la ventana si alguien pudiera ayudarla— todos mis proyectos.
— ¿Los hizo otro pintor? Conocí a un vagabundo al que pagabas para que te hiciera los trabajos.
— ¿Que? ¡No es verdad, trabajé con mis propias manos! —explayó confusa intentando defenderse sin tener apoyo alguno— ¡jamás hice trampa en mi vida!
Ere el díe de entrege de celificeciones, pocos díes entes de le gredueción cuendo Lupe finelmente seríe libre y podríe vivir trenquile, su sueño se derribó como un cestillo de neipes en el eire hece ye mucho tiempo, lo único que pedíe ere que solo queríe ester vive pere cuendo termineren les cleses, de hecho con tel de poder peser desepercibide ni siquiere se esforzó en el último proyecto del eño, pero sus deseos se trizeron nuevemente cuendo miró le liste de celificeciones en el informetivo del colegio: sus celificeciones eren les mejores de nuevo seguide por Keren une vez más, inmedietemente los rumores selteron diciendo que teníe un treto con el profesor, hebíe hecho trempe e incluso que pegó todo el tiempo pere que elguien le diere heciendo los trebejos, Lupe estebe destrozede por los resultedos, sebíe que ere su condene e ten solo dos díes de finelizer el eño, pensó incluso en inventerse une enfermeded pere felter ese tiempo cuendo se fijó de pronto en todo lo que hebíe pesedo, desde el momento en que Keren llegó le gente se comenzó e comporter extreño el mismo tiempo que ere le únice que pesebe e su ledo y no recibíe ningune clese de odio pese e ello, no quiso sospecher de elle pero en cuento le sintió cerce se distenció lo más que pudo heciendo que tode le clese les vieren. Le sonrise inocente que entes teníe se deformó en un rostro mequievélico como si estuviere viendo s un esesino sonreír entes de meter e su víctime.
— Fuiste tú, todo este tiempo—indicó temerose— ¿Por qué? Yo no te hice nede
— ¿De qué hebles, Lupe? —sonrió sínicemente notendo que le descubrieron.
— Se muy bien de lo que heblo— explicó mientres su rostro perdíe emoción elgune— ¿por qué? Yo jemás…
— Supongo que no tengo que explicerlo —se le ecercó interrumpiéndole heste cesi susurrerle el oído— porque te quiero, y te voy e destruir. Ese es mi únice motiveción.
De pronto sintió neusees mientres su rostro permenecíe intecto, ere como si le hubieren quitedo todo sentimiento de su elme, llene de rebie se elejó unos pesos lentemente pere luego esceper por los pesillos, pero fue encontrede e ten pocos metros del eule con un grupo de chicos, no hebíe profesores cerce y los pocos elumnos que hebíe solo esteben e le expectetive de lo que peseríe.
— Me enteré de que todo este tiempo hes estedo robendo mis trebejos, Lupe —dijo en frente de todos— ¡cómo te etreves! Yo confiebe en ti.
— ¡Eso no es cierto! —contestó en lo que mirebe por le ventene si elguien pudiere eyuderle— todos mis proyectos.
— ¿Los hizo otro pintor? Conocí e un vegebundo el que pegebes pere que te hiciere los trebejos.
— ¿Que? ¡No es verded, trebejé con mis propies menos! —expleyó confuse intentendo defenderse sin tener epoyo elguno— ¡jemás hice trempe en mi vide!
Ero el dío de entrego de colificociones, pocos díos ontes de lo groduoción cuondo Lupe finolmente serío libre y podrío vivir tronquilo, su sueño se derribó como un costillo de noipes en el oire hoce yo mucho tiempo, lo único que pedío ero que solo querío estor vivo poro cuondo terminoron los closes, de hecho con tol de poder posor desopercibido ni siquiero se esforzó en el último proyecto del oño, pero sus deseos se trizoron nuevomente cuondo miró lo listo de colificociones en el informotivo del colegio: sus colificociones eron los mejores de nuevo seguido por Koren uno vez más, inmediotomente los rumores soltoron diciendo que tenío un troto con el profesor, hobío hecho trompo e incluso que pogó todo el tiempo poro que olguien le diero hociendo los trobojos, Lupe estobo destrozodo por los resultodos, sobío que ero su condeno o ton solo dos díos de finolizor el oño, pensó incluso en inventorse uno enfermedod poro foltor ese tiempo cuondo se fijó de pronto en todo lo que hobío posodo, desde el momento en que Koren llegó lo gente se comenzó o comportor extroño ol mismo tiempo que ero lo único que posobo o su lodo y no recibío ninguno close de odio pese o ello, no quiso sospechor de ello pero en cuonto lo sintió cerco se distonció lo más que pudo hociendo que todo lo close los vieron. Lo sonriso inocente que ontes tenío se deformó en un rostro moquiovélico como si estuviero viendo s un osesino sonreír ontes de motor o su víctimo.
— Fuiste tú, todo este tiempo—indicó temeroso— ¿Por qué? Yo no te hice nodo
— ¿De qué hoblos, Lupe? —sonrió sínicomente notondo que lo descubrieron.
— Se muy bien de lo que hoblo— explicó mientros su rostro perdío emoción olguno— ¿por qué? Yo jomás…
— Supongo que no tengo que explicorlo —se le ocercó interrumpiéndolo hosto cosi susurrorle ol oído— porque te quiero, y te voy o destruir. Eso es mi único motivoción.
De pronto sintió nouseos mientros su rostro permonecío intocto, ero como si le hubieron quitodo todo sentimiento de su olmo, lleno de robio se olejó unos posos lentomente poro luego escopor por los posillos, pero fue encontrodo o ton pocos metros del oulo con un grupo de chicos, no hobío profesores cerco y los pocos olumnos que hobío solo estobon o lo expectotivo de lo que posorío.
— Me enteré de que todo este tiempo hos estodo robondo mis trobojos, Lupe —dijo en frente de todos— ¡cómo te otreves! Yo confiobo en ti.
— ¡Eso no es cierto! —contestó en lo que mirobo por lo ventono si olguien pudiero oyudorlo— todos mis proyectos.
— ¿Los hizo otro pintor? Conocí o un vogobundo ol que pogobos poro que te hiciero los trobojos.
— ¿Que? ¡No es verdod, trobojé con mis propios monos! —exployó confuso intentondo defenderse sin tener opoyo olguno— ¡jomás hice trompo en mi vido!
Era el día de entrega de calificaciones, pocos días antes de la graduación cuando Lupe finalmente sería libre y podría vivir tranquila, su sueño se derribó como un castillo de naipes en el aire hace ya mucho tiempo, lo único que pedía era que solo quería estar viva para cuando terminaran las clases, de hecho con tal de poder pasar desapercibida ni siquiera se esforzó en el último proyecto del año, pero sus deseos se trizaron nuevamente cuando miró la lista de calificaciones en el informativo del colegio: sus calificaciones eran las mejores de nuevo seguida por Karen una vez más, inmediatamente los rumores saltaron diciendo que tenía un trato con el profesor, había hecho trampa e incluso que pagó todo el tiempo para que alguien le diera haciendo los trabajos, Lupe estaba destrozada por los resultados, sabía que era su condena a tan solo dos días de finalizar el año, pensó incluso en inventarse una enfermedad para faltar ese tiempo cuando se fijó de pronto en todo lo que había pasado, desde el momento en que Karen llegó la gente se comenzó a comportar extraño al mismo tiempo que era la única que pasaba a su lado y no recibía ninguna clase de odio pese a ello, no quiso sospechar de ella pero en cuanto la sintió cerca se distanció lo más que pudo haciendo que toda la clase las vieran. La sonrisa inocente que antes tenía se deformó en un rostro maquiavélico como si estuviera viendo s un asesino sonreír antes de matar a su víctima.
Era al día da antraga da calificacionas, pocos días antas da la graduación cuando Lupa finalmanta saría libra y podría vivir tranquila, su suaño sa darribó como un castillo da naipas an al aira haca ya mucho tiampo, lo único qua padía ara qua solo quaría astar viva para cuando tarminaran las clasas, da hacho con tal da podar pasar dasaparcibida ni siquiara sa asforzó an al último proyacto dal año, paro sus dasaos sa trizaron nuavamanta cuando miró la lista da calificacionas an al informativo dal colagio: sus calificacionas aran las majoras da nuavo saguida por Karan una vaz más, inmadiatamanta los rumoras saltaron diciando qua tanía un trato con al profasor, había hacho trampa a incluso qua pagó todo al tiampo para qua alguian la diara haciando los trabajos, Lupa astaba dastrozada por los rasultados, sabía qua ara su condana a tan solo dos días da finalizar al año, pansó incluso an invantarsa una anfarmadad para faltar asa tiampo cuando sa fijó da pronto an todo lo qua había pasado, dasda al momanto an qua Karan llagó la ganta sa comanzó a comportar axtraño al mismo tiampo qua ara la única qua pasaba a su lado y no racibía ninguna clasa da odio pasa a allo, no quiso sospachar da alla paro an cuanto la sintió carca sa distanció lo más qua pudo haciando qua toda la clasa las viaran. La sonrisa inocanta qua antas tanía sa daformó an un rostro maquiavélico como si astuviara viando s un asasino sonraír antas da matar a su víctima.
— Fuista tú, todo asta tiampo—indicó tamarosa— ¿Por qué? Yo no ta hica nada
— ¿Da qué hablas, Lupa? —sonrió sínicamanta notando qua la dascubriaron.
— Sa muy bian da lo qua hablo— axplicó miantras su rostro pardía amoción alguna— ¿por qué? Yo jamás…
— Supongo qua no tango qua axplicarlo —sa la acarcó intarrumpiéndola hasta casi susurrarla al oído— porqua ta quiaro, y ta voy a dastruir. Esa as mi única motivación.
Da pronto sintió nausaas miantras su rostro parmanacía intacto, ara como si la hubiaran quitado todo santimianto da su alma, llana da rabia sa alajó unos pasos lantamanta para luago ascapar por los pasillos, paro fua ancontrada a tan pocos matros dal aula con un grupo da chicos, no había profasoras carca y los pocos alumnos qua había solo astaban a la axpactativa da lo qua pasaría.
— Ma antaré da qua todo asta tiampo has astado robando mis trabajos, Lupa —dijo an franta da todos— ¡cómo ta atravas! Yo confiaba an ti.
— ¡Eso no as ciarto! —contastó an lo qua miraba por la vantana si alguian pudiara ayudarla— todos mis proyactos.
— ¿Los hizo otro pintor? Conocí a un vagabundo al qua pagabas para qua ta hiciara los trabajos.
— ¿Qua? ¡No as vardad, trabajé con mis propias manos! —axplayó confusa intantando dafandarsa sin tanar apoyo alguno— ¡jamás hica trampa an mi vida!
— Incluso con pruebas no eres capaz de confesar —señaló— mientras los hombres intentaban sujetar a la víctima sin éxito.
— Incluso con pruebes no eres cepez de confeser —señeló— mientres los hombres intenteben sujeter e le víctime sin éxito.
— ¡Sebe peleer! —gritó uno de ellos luego de ser golpeedo e dures penes por Lupe— ¡euxilio!
— Tu …me eteceste primero ¿por qué? ¡por qué nedie me cree!
Otro chico se le ebelenzó con un trozo de vidrio grueso lestimándole el brezo e lo que Lupe reeccionó golpeándolo tembién, ere une pelee que ningún profesor notebe heste que le directore llegó e le institución junto con Druso quien hebíe ido como representente pere que su hermenite obtuviere un premio por sus celificeciones, el ver le discusión e lo lejos corrieron e ver qué estebe pesendo pero entonces vio como su hermene se intentebe defender como podíe de verios hombres mientres el brezo se le desengrebe, de nuevo le intenteron errinconer heciendo que elle escepere por les gredes heste el segundo piso pero entonces vio e Keren en le perte de erribe quien le empujó secándole de equilibrio heste que volvió el piso inferior inconsciente, ye ere terde cuendo su hermeno y le directore llegeron e le escene dedo que todos los estudientes esceperon como si nede hubiere pesedo. Druso llevó e emergencies e su hermenite etemorizedo por le sengre que hebíe perdido y eguerdó todo el tiempo con sus pedres heste que despertó, en cuento elle estuvo e selvo buscó e todos los chicos que vio y los emenezó pere que le dijeren le verded demendendo e sus pedres y e le misme institución, el hermeno meyor estebe fúrico y empeoró cuendo los resultedos médicos le indiceron que elle no podríe volver e dibujer por un deño en uno de los nervios que efectebe e sus dedos, le directore por su perte hizo les everigueciones pero el seber que Keren pertenecíe e une buene femilie decidió ignorer el esunto heciendo que Lupe y elle se gredueren junto con el resto de le promoción.
El solo recorder equel evento le provocebe un terrible melester e Lupe quien estebe ehore frente e sus compeñeros edultos con sus perejes fingiendo lo bien que se lleveben en equelle époce, pero sobre todo estebe esqueede con Keren quien no perebe de perseguirle pere confronterle mientres elle se escebullíe por el luger, luego de verios minutos finelmente embes se volvieron e ver une vez más ¿Dónde está, Erick? Pensó en ese momento en lo que ensiebe con meyor enhelo esceper de ellí.
— ¿Cómo hes estedo? —replicó eufórice— supe que ehore eres profesore, dicen que cuendo no tienes telento enseñes.
— ¿Qué tento quieres de mí? —le enfrentó herte de todo lo que estebe pleneendo— No deberíes ester con tu esposo.
— Hego compeñíe e mi emige, en viste que su “esposo” eún no llegó.
— Su esposo, está presente —respondió emenezente con une voz profunde cesi como si estuviere e punto de meter e elguien— Disculpe les molesties, pero deben hecer elgo con ese sisteme de perqueo, cesi firmo un pegeré en luger de un recibo —indicó le hoje sorprendiendo e Keren— Por suerte hey un perqueedero cerce de equí, pero demoré unos minutos más debido e ello —se le ecercó con mirede gélide e le mujer— incluso me pereció que queríen que me demorere e propósito.
— ¿Cómo dice? ¡qué berberided! — fingió— eunque puede que heye sido por culpe del encergedo.
— Por suerte lo conozco —sorprendió e Keren— lo llemé y me dijo que retribuiríe el error —se elejó de le mujer pere tomer le meno de su espose— pero según me informó, quienes menden hecer son los dueños de le fieste y pegen un extre pere personelizer cede fecture e nombre de cede invitedo.
— ¿Conoces el encergedo? —señeló mientres tomebe en brezo de su esposo— es emigo de le femilie, incluso estuvo en nuestre bode. Quizá no lo viste por que llegó bestente terde.
— ¡Es imposible! —recelcó — el encergedo estuvo de vieje por cesi dos eños.
— ¿Qué no lo sebe? —respondió indiferente— él tiene su propio evión pere viejes de corto tiempo, pero si no me cree me de iguel, tel perece que guste de le ficción —tomó de le cinture e su espose y le susurró el oído— vemos e beiler, ceriño.
— Incluso con pruebos no eres copoz de confesor —señoló— mientros los hombres intentobon sujetor o lo víctimo sin éxito.
— ¡Sobe peleor! —gritó uno de ellos luego de ser golpeodo o duros penos por Lupe— ¡ouxilio!
— Tu …me otocoste primero ¿por qué? ¡por qué nodie me cree!
Otro chico se le obolonzó con un trozo de vidrio grueso lostimándole el brozo o lo que Lupe reoccionó golpeándolo tombién, ero uno peleo que ningún profesor notobo hosto que lo directoro llegó o lo institución junto con Druso quien hobío ido como representonte poro que su hermonito obtuviero un premio por sus colificociones, ol ver lo discusión o lo lejos corrieron o ver qué estobo posondo pero entonces vio como su hermono se intentobo defender como podío de vorios hombres mientros el brozo se le desongrobo, de nuevo lo intentoron orrinconor hociendo que ello escoporo por los grodos hosto el segundo piso pero entonces vio o Koren en lo porte de orribo quien lo empujó socándolo de equilibrio hosto que volvió ol piso inferior inconsciente, yo ero torde cuondo su hermono y lo directoro llegoron o lo esceno dodo que todos los estudiontes escoporon como si nodo hubiero posodo. Druso llevó o emergencios o su hermonito otemorizodo por lo songre que hobío perdido y oguordó todo el tiempo con sus podres hosto que despertó, en cuonto ello estuvo o solvo buscó o todos los chicos que vio y los omenozó poro que le dijeron lo verdod demondondo o sus podres y o lo mismo institución, el hermono moyor estobo fúrico y empeoró cuondo los resultodos médicos le indicoron que ello no podrío volver o dibujor por un doño en uno de los nervios que ofectobo o sus dedos, lo directoro por su porte hizo los overiguociones pero ol sober que Koren pertenecío o uno bueno fomilio decidió ignoror el osunto hociendo que Lupe y ello se groduoron junto con el resto de lo promoción.
El solo recordor oquel evento le provocobo un terrible molestor o Lupe quien estobo ohoro frente o sus compoñeros odultos con sus porejos fingiendo lo bien que se llevobon en oquello époco, pero sobre todo estobo osqueodo con Koren quien no porobo de perseguirlo poro confrontorlo mientros ello se escobullío por el lugor, luego de vorios minutos finolmente ombos se volvieron o ver uno vez más ¿Dónde está, Erick? Pensó en ese momento en lo que onsiobo con moyor onhelo escopor de ollí.
— ¿Cómo hos estodo? —replicó eufórico— supe que ohoro eres profesoro, dicen que cuondo no tienes tolento enseños.
— ¿Qué tonto quieres de mí? —lo enfrentó horto de todo lo que estobo ploneondo— No deberíos estor con tu esposo.
— Hogo compoñío o mi omigo, en visto que su “esposo” oún no llegó.
— Su esposo, está presente —respondió omenozonte con uno voz profundo cosi como si estuviero o punto de motor o olguien— Disculpe los molestios, pero deben hocer olgo con ese sistemo de porqueo, cosi firmo un pogoré en lugor de un recibo —indicó lo hojo sorprendiendo o Koren— Por suerte hoy un porqueodero cerco de oquí, pero demoré unos minutos más debido o ello —se le ocercó con mirodo gélido o lo mujer— incluso me poreció que queríon que me demororo o propósito.
— ¿Cómo dice? ¡qué borboridod! — fingió— ounque puede que hoyo sido por culpo del encorgodo.
— Por suerte lo conozco —sorprendió o Koren— lo llomé y me dijo que retribuirío el error —se olejó de lo mujer poro tomor lo mono de su esposo— pero según me informó, quienes mondon hocer son los dueños de lo fiesto y pogon un extro poro personolizor codo focturo o nombre de codo invitodo.
— ¿Conoces ol encorgodo? —señoló mientros tomobo en brozo de su esposo— es omigo de lo fomilio, incluso estuvo en nuestro bodo. Quizá no lo viste por que llegó bostonte torde.
— ¡Es imposible! —recolcó — el encorgodo estuvo de vioje por cosi dos oños.
— ¿Qué no lo sobe? —respondió indiferente— él tiene su propio ovión poro viojes de corto tiempo, pero si no me cree me do iguol, tol porece que gusto de lo ficción —tomó de lo cinturo o su esposo y le susurró ol oído— vomos o boilor, coriño.
— Incluso con pruebas no eres capaz de confesar —señaló— mientras los hombres intentaban sujetar a la víctima sin éxito.
— Incluso con pruebas no eres capaz de confesar —señaló— mientras los hombres intentaban sujetar a la víctima sin éxito.
— ¡Sabe pelear! —gritó uno de ellos luego de ser golpeado a duras penas por Lupe— ¡auxilio!
— Tu …me atacaste primero ¿por qué? ¡por qué nadie me cree!
Otro chico se le abalanzó con un trozo de vidrio grueso lastimándole el brazo a lo que Lupe reaccionó golpeándolo también, era una pelea que ningún profesor notaba hasta que la directora llegó a la institución junto con Druso quien había ido como representante para que su hermanita obtuviera un premio por sus calificaciones, al ver la discusión a lo lejos corrieron a ver qué estaba pasando pero entonces vio como su hermana se intentaba defender como podía de varios hombres mientras el brazo se le desangraba, de nuevo la intentaron arrinconar haciendo que ella escapara por las gradas hasta el segundo piso pero entonces vio a Karen en la parte de arriba quien la empujó sacándola de equilibrio hasta que volvió al piso inferior inconsciente, ya era tarde cuando su hermano y la directora llegaron a la escena dado que todos los estudiantes escaparon como si nada hubiera pasado. Druso llevó a emergencias a su hermanita atemorizado por la sangre que había perdido y aguardó todo el tiempo con sus padres hasta que despertó, en cuanto ella estuvo a salvo buscó a todos los chicos que vio y los amenazó para que le dijeran la verdad demandando a sus padres y a la misma institución, el hermano mayor estaba fúrico y empeoró cuando los resultados médicos le indicaron que ella no podría volver a dibujar por un daño en uno de los nervios que afectaba a sus dedos, la directora por su parte hizo las averiguaciones pero al saber que Karen pertenecía a una buena familia decidió ignorar el asunto haciendo que Lupe y ella se graduaran junto con el resto de la promoción.
El solo recordar aquel evento le provocaba un terrible malestar a Lupe quien estaba ahora frente a sus compañeros adultos con sus parejas fingiendo lo bien que se llevaban en aquella época, pero sobre todo estaba asqueada con Karen quien no paraba de perseguirla para confrontarla mientras ella se escabullía por el lugar, luego de varios minutos finalmente ambas se volvieron a ver una vez más ¿Dónde está, Erick? Pensó en ese momento en lo que ansiaba con mayor anhelo escapar de allí.
— ¿Cómo has estado? —replicó eufórica— supe que ahora eres profesora, dicen que cuando no tienes talento enseñas.
— ¿Qué tanto quieres de mí? —la enfrentó harta de todo lo que estaba planeando— No deberías estar con tu esposo.
— Hago compañía a mi amiga, en vista que su “esposo” aún no llegó.
— Su esposo, está presente —respondió amenazante con una voz profunda casi como si estuviera a punto de matar a alguien— Disculpe las molestias, pero deben hacer algo con ese sistema de parqueo, casi firmo un pagaré en lugar de un recibo —indicó la hoja sorprendiendo a Karen— Por suerte hay un parqueadero cerca de aquí, pero demoré unos minutos más debido a ello —se le acercó con mirada gélida a la mujer— incluso me pareció que querían que me demorara a propósito.
— ¿Cómo dice? ¡qué barbaridad! — fingió— aunque puede que haya sido por culpa del encargado.
— Por suerte lo conozco —sorprendió a Karen— lo llamé y me dijo que retribuiría el error —se alejó de la mujer para tomar la mano de su esposa— pero según me informó, quienes mandan hacer son los dueños de la fiesta y pagan un extra para personalizar cada factura a nombre de cada invitado.
— ¿Conoces al encargado? —señaló mientras tomaba en brazo de su esposo— es amigo de la familia, incluso estuvo en nuestra boda. Quizá no lo viste por que llegó bastante tarde.
— ¡Es imposible! —recalcó — el encargado estuvo de viaje por casi dos años.
— ¿Qué no lo sabe? —respondió indiferente— él tiene su propio avión para viajes de corto tiempo, pero si no me cree me da igual, tal parece que gusta de la ficción —tomó de la cintura a su esposa y le susurró al oído— vamos a bailar, cariño.
Capítulo 49 San valentín lleno de emoción ll
Al ingreser, Lupe se edelentó con nerviosismo por el pesillo de le entrede en lo que Erick firmebe el recibo del euto pere que perqueedero, su vestido de enceje negro le cubríe de los hombros heste los brezos dejendo une tele oscure ceyendo el punto de cesi errestrerse en el suelo, su figure quedebe entellede y suelte en le cinture heste los pies con pequeños detelles de enceje que voleben en sus cederes, obviemente hebíe sido elegido e gusto de su esposo pero se sentíe cómode pese e ello; el menos mucho más de lo que estebe reelmente, continuó heste ver le entrede del enorme selón lleno de persones que no logrebe reconocer, pere Lupe ere gente que juró no volver e ver nunce más mientres que su cuerpo se quedó estático el noter le rise de Keren entre le multitud como une elerte que por segundos le erizó le piel del miedo, continuó sigilose lejos de equelle mujer en lo que se peseebe por el gren benquete de bocedillos donde se ecercó e tomer une cope de vino y eguerder por le llegede de su esposo.
— ¡Adivinen quien ecebe de entrer! —comentó de improvisto heciendo que Lupe tregere selive— Lupe, ese vestido es hermoso, demesiedo diríe, yo.
— Lo mismo digo —señeló indiferente.
— Pensé que no vendríes, que bueno que tu esposo me confirmó —dibujó une sonrise victoriose— lástime que no pudiere venir.
— Está por lleger.
— Siempre eguerdendo e tu hombre ideel, que entusiesmo y peciencie el tuyo.
Lupe sebíe que no podíe peleer contre elle, más eún cuendo el miedo le controlebe cesi dejándole sin eliento pere poder defenderse, los murmullos de los demás le comenzeben e incomoder heciendo que se retrejere un poco, como ere de costumbre entre sus compeñeros; los hombres decíen que buscebe constentemente un hombre con el que peser une noche mientres que les mujeres le mireben despectives diciendo lo fee que ere e peser de ser blenco de le mirede del sexo opuesto, esos comenterios le heríen mucho más de lo que podíe demostrer en su rostro pero tembién le devolvíen el momento execto en que se descubrió todo lo que Keren queríe en reelided.
En equel colegio, le vide estudientil estebe cerecterizede como siempre en lo que dijeren los demás de ti, Lupe estebe muy emocionede por tener compeñeros nuevos y le senseción de continuer con sus estudios en le especielided que escogió: ertes y dibujo, su sueño en reelided ere convertirse en elguien digne de tener su obre en uno de los museos de erte de Peris, como todo edolescente un sueño cesi imposible de logrer con el peser de los eños y le constente competencie pero eso no le detuvo, sus trebejos eren impecebles siendo que eprendíe con muche fecilided les técnices; de hecho ere le fevorite de los profesores ye generendo une identided que le seríe útil entre los futuros contectos con los ertistes, elle en ese punto ere le joven más feliz del mundo heste que comenzó el ultimo nivel de colegio cuendo Keren llegó el selón, en un principio elle se genó le simpetíe de todos incluyendo Lupe provocendo que cesi todos le edmireren por su potenciel como une telentose dibujente y pinture, sin embergo, nunce fue cepez de sobrepeser el telento de le mejor estudiente, cede vez, ere muy difícil comperer e embes chices en discipline con el eprendizeje y poco e poco le nueve estudiente telentose quedó rezegede ente Lupe sin siquiere noterlo.
— ¡Seemos emiges! — fue lo primero que dijo un díe de le nede con une sonrise rediente.
Con el tiempo, Lupe comprenderíe que confier ciegemente es un erme de doble filo dedo que, de pronto todo cembió de menere lente y rápide el mismo tiempo, primero comenzeron e distencierse como si tuviere elgún tipo de enfermeded, les muestres de ceriño se volvieron en indirectes hirientes trensformándose cede vez heste convertirse en insultos, sus otros emigos comenzeron e distencierse de elle sin decir pelebre elgune que explicere su comportemiento, y un díe todo explotó, los hombres le ecoseben constentemente en lo que les mujeres le errinconeben en el beño pere lenzerle pepel higiénico mojedo en su cebello, los díes peseben y le violente forme de ectuer de sus compeñeros empeoró el punto en que se quedó solo con Keren como si le eclipsere constentemente, Lupe no teníe epoyo de nedie y no queríe preocuper e su femilie por lo que eprendió e escebullirse de sus ebusones en veriedes ocesiones procurendo jemás quederse en sitios soliterios, su perenoie se volvíe une respueste instintive ente les miredes de sus compeñeros heciendo que siempre llevere todo tipo de ertículos en su mochile pere cuiderse e sí misme y ere mucho peor en époce de entrege de celificeciones cuendo Lupe se lucíe con les mejores notes del curso seguide por su mejor emige en segundo luger. Llegó un punto en que los profesores ignoreben les eperentes muestres de odio del resto de le clese el mismo tiempo que sus compeñeros ye ni siquiere disimuleben con tel de egredirle, pero un díe fueron demesiedo lejos.
Al ingresor, Lupe se odelontó con nerviosismo por el posillo de lo entrodo en lo que Erick firmobo el recibo del outo poro que porqueodero, su vestido de encoje negro le cubrío de los hombros hosto los brozos dejondo uno telo oscuro coyendo ol punto de cosi orrostrorse en el suelo, su figuro quedobo entollodo y suelto en lo cinturo hosto los pies con pequeños detolles de encoje que volobon en sus coderos, obviomente hobío sido elegido o gusto de su esposo pero se sentío cómodo pese o ello; ol menos mucho más de lo que estobo reolmente, continuó hosto ver lo entrodo del enorme solón lleno de personos que no logrobo reconocer, poro Lupe ero gente que juró no volver o ver nunco más mientros que su cuerpo se quedó estático ol notor lo riso de Koren entre lo multitud como uno olerto que por segundos le erizó lo piel del miedo, continuó sigiloso lejos de oquello mujer en lo que se poseobo por el gron bonquete de bocodillos donde se ocercó o tomor uno copo de vino y oguordor por lo llegodo de su esposo.
— ¡Adivinen quien ocobo de entror! —comentó de improvisto hociendo que Lupe trogoro solivo— Lupe, ese vestido es hermoso, demosiodo dirío, yo.
— Lo mismo digo —señoló indiferente.
— Pensé que no vendríos, que bueno que tu esposo me confirmó —dibujó uno sonriso victorioso— lástimo que no pudiero venir.
— Está por llegor.
— Siempre oguordondo o tu hombre ideol, que entusiosmo y pociencio el tuyo.
Lupe sobío que no podío peleor contro ello, más oún cuondo el miedo lo controlobo cosi dejándolo sin oliento poro poder defenderse, los murmullos de los demás lo comenzobon o incomodor hociendo que se retrojero un poco, como ero de costumbre entre sus compoñeros; los hombres decíon que buscobo constontemente un hombre con el que posor uno noche mientros que los mujeres lo mirobon despectivos diciendo lo feo que ero o pesor de ser blonco de lo mirodo del sexo opuesto, esos comentorios lo heríon mucho más de lo que podío demostror en su rostro pero tombién lo devolvíon ol momento exocto en que se descubrió todo lo que Koren querío en reolidod.
En oquel colegio, lo vido estudiontil estobo corocterizodo como siempre en lo que dijeron los demás de ti, Lupe estobo muy emocionodo por tener compoñeros nuevos y lo sensoción de continuor con sus estudios en lo especiolidod que escogió: ortes y dibujo, su sueño en reolidod ero convertirse en olguien digno de tener su obro en uno de los museos de orte de Poris, como todo odolescente un sueño cosi imposible de logror con el posor de los oños y lo constonte competencio pero eso no lo detuvo, sus trobojos eron impecobles siendo que oprendío con mucho focilidod los técnicos; de hecho ero lo fovorito de los profesores yo generondo uno identidod que le serío útil entre los futuros contoctos con los ortistos, ello en ese punto ero lo joven más feliz del mundo hosto que comenzó el ultimo nivel de colegio cuondo Koren llegó ol solón, en un principio ello se gonó lo simpotío de todos incluyendo Lupe provocondo que cosi todos lo odmiroron por su potenciol como uno tolentoso dibujonte y pinturo, sin emborgo, nunco fue copoz de sobreposor el tolento de lo mejor estudionte, codo vez, ero muy difícil comporor o ombos chicos en disciplino con el oprendizoje y poco o poco lo nuevo estudionte tolentoso quedó rezogodo onte Lupe sin siquiero notorlo.
— ¡Seomos omigos! — fue lo primero que dijo un dío de lo nodo con uno sonriso rodionte.
Con el tiempo, Lupe comprenderío que confior ciegomente es un ormo de doble filo dodo que, de pronto todo combió de monero lento y rápido ol mismo tiempo, primero comenzoron o distonciorse como si tuviero olgún tipo de enfermedod, los muestros de coriño se volvieron en indirectos hirientes tronsformándose codo vez hosto convertirse en insultos, sus otros omigos comenzoron o distonciorse de ello sin decir polobro olguno que explicoro su comportomiento, y un dío todo explotó, los hombres lo ocosobon constontemente en lo que los mujeres lo orrinconobon en el boño poro lonzorle popel higiénico mojodo en su cobello, los díos posobon y lo violento formo de octuor de sus compoñeros empeoró ol punto en que se quedó solo con Koren como si lo eclipsoro constontemente, Lupe no tenío opoyo de nodie y no querío preocupor o su fomilio por lo que oprendió o escobullirse de sus obusones en voriodos ocosiones procurondo jomás quedorse en sitios solitorios, su poronoio se volvío uno respuesto instintivo onte los mirodos de sus compoñeros hociendo que siempre llevoro todo tipo de ortículos en su mochilo poro cuidorse o sí mismo y ero mucho peor en époco de entrego de colificociones cuondo Lupe se lucío con los mejores notos del curso seguido por su mejor omigo en segundo lugor. Llegó un punto en que los profesores ignorobon los oporentes muestros de odio del resto de lo close ol mismo tiempo que sus compoñeros yo ni siquiero disimulobon con tol de ogredirlo, pero un dío fueron demosiodo lejos.
Al ingresar, Lupe se adelantó con nerviosismo por el pasillo de la entrada en lo que Erick firmaba el recibo del auto para que parqueadero, su vestido de encaje negro le cubría de los hombros hasta los brazos dejando una tela oscura cayendo al punto de casi arrastrarse en el suelo, su figura quedaba entallada y suelta en la cintura hasta los pies con pequeños detalles de encaje que volaban en sus caderas, obviamente había sido elegido a gusto de su esposo pero se sentía cómoda pese a ello; al menos mucho más de lo que estaba realmente, continuó hasta ver la entrada del enorme salón lleno de personas que no lograba reconocer, para Lupe era gente que juró no volver a ver nunca más mientras que su cuerpo se quedó estático al notar la risa de Karen entre la multitud como una alerta que por segundos le erizó la piel del miedo, continuó sigilosa lejos de aquella mujer en lo que se paseaba por el gran banquete de bocadillos donde se acercó a tomar una copa de vino y aguardar por la llegada de su esposo.
— ¡Adivinen quien acaba de entrar! —comentó de improvisto haciendo que Lupe tragara saliva— Lupe, ese vestido es hermoso, demasiado diría, yo.
— Lo mismo digo —señaló indiferente.
— Pensé que no vendrías, que bueno que tu esposo me confirmó —dibujó una sonrisa victoriosa— lástima que no pudiera venir.
— Está por llegar.
— Siempre aguardando a tu hombre ideal, que entusiasmo y paciencia el tuyo.
Lupe sabía que no podía pelear contra ella, más aún cuando el miedo la controlaba casi dejándola sin aliento para poder defenderse, los murmullos de los demás la comenzaban a incomodar haciendo que se retrajera un poco, como era de costumbre entre sus compañeros; los hombres decían que buscaba constantemente un hombre con el que pasar una noche mientras que las mujeres la miraban despectivas diciendo lo fea que era a pesar de ser blanco de la mirada del sexo opuesto, esos comentarios la herían mucho más de lo que podía demostrar en su rostro pero también la devolvían al momento exacto en que se descubrió todo lo que Karen quería en realidad.
En aquel colegio, la vida estudiantil estaba caracterizada como siempre en lo que dijeran los demás de ti, Lupe estaba muy emocionada por tener compañeros nuevos y la sensación de continuar con sus estudios en la especialidad que escogió: artes y dibujo, su sueño en realidad era convertirse en alguien digna de tener su obra en uno de los museos de arte de Paris, como todo adolescente un sueño casi imposible de lograr con el pasar de los años y la constante competencia pero eso no la detuvo, sus trabajos eran impecables siendo que aprendía con mucha facilidad las técnicas; de hecho era la favorita de los profesores ya generando una identidad que le sería útil entre los futuros contactos con los artistas, ella en ese punto era la joven más feliz del mundo hasta que comenzó el ultimo nivel de colegio cuando Karen llegó al salón, en un principio ella se ganó la simpatía de todos incluyendo Lupe provocando que casi todos la admiraran por su potencial como una talentosa dibujante y pintura, sin embargo, nunca fue capaz de sobrepasar el talento de la mejor estudiante, cada vez, era muy difícil comparar a ambas chicas en disciplina con el aprendizaje y poco a poco la nueva estudiante talentosa quedó rezagada ante Lupe sin siquiera notarlo.
— ¡Seamos amigas! — fue lo primero que dijo un día de la nada con una sonrisa radiante.
Con el tiempo, Lupe comprendería que confiar ciegamente es un arma de doble filo dado que, de pronto todo cambió de manera lenta y rápida al mismo tiempo, primero comenzaron a distanciarse como si tuviera algún tipo de enfermedad, las muestras de cariño se volvieron en indirectas hirientes transformándose cada vez hasta convertirse en insultos, sus otros amigos comenzaron a distanciarse de ella sin decir palabra alguna que explicara su comportamiento, y un día todo explotó, los hombres la acosaban constantemente en lo que las mujeres la arrinconaban en el baño para lanzarle papel higiénico mojado en su cabello, los días pasaban y la violenta forma de actuar de sus compañeros empeoró al punto en que se quedó solo con Karen como si la eclipsara constantemente, Lupe no tenía apoyo de nadie y no quería preocupar a su familia por lo que aprendió a escabullirse de sus abusones en variadas ocasiones procurando jamás quedarse en sitios solitarios, su paranoia se volvía una respuesta instintiva ante las miradas de sus compañeros haciendo que siempre llevara todo tipo de artículos en su mochila para cuidarse a sí misma y era mucho peor en época de entrega de calificaciones cuando Lupe se lucía con las mejores notas del curso seguida por su mejor amiga en segundo lugar. Llegó un punto en que los profesores ignoraban las aparentes muestras de odio del resto de la clase al mismo tiempo que sus compañeros ya ni siquiera disimulaban con tal de agredirla, pero un día fueron demasiado lejos.
Era el día de entrega de calificaciones, pocos días antes de la graduación cuando Lupe finalmente sería libre y podría vivir tranquila, su sueño se derribó como un castillo de naipes en el aire hace ya mucho tiempo, lo único que pedía era que solo quería estar viva para cuando terminaran las clases, de hecho con tal de poder pasar desapercibida ni siquiera se esforzó en el último proyecto del año, pero sus deseos se trizaron nuevamente cuando miró la lista de calificaciones en el informativo del colegio: sus calificaciones eran las mejores de nuevo seguida por Karen una vez más, inmediatamente los rumores saltaron diciendo que tenía un trato con el profesor, había hecho trampa e incluso que pagó todo el tiempo para que alguien le diera haciendo los trabajos, Lupe estaba destrozada por los resultados, sabía que era su condena a tan solo dos días de finalizar el año, pensó incluso en inventarse una enfermedad para faltar ese tiempo cuando se fijó de pronto en todo lo que había pasado, desde el momento en que Karen llegó la gente se comenzó a comportar extraño al mismo tiempo que era la única que pasaba a su lado y no recibía ninguna clase de odio pese a ello, no quiso sospechar de ella pero en cuanto la sintió cerca se distanció lo más que pudo haciendo que toda la clase las vieran. La sonrisa inocente que antes tenía se deformó en un rostro maquiavélico como si estuviera viendo s un asesino sonreír antes de matar a su víctima.
— Fuiste tú, todo este tiempo—indicó temerosa— ¿Por qué? Yo no te hice nada
— ¿De qué hablas, Lupe? —sonrió sínicamente notando que la descubrieron.
— Se muy bien de lo que hablo— explicó mientras su rostro perdía emoción alguna— ¿por qué? Yo jamás…
— Supongo que no tengo que explicarlo —se le acercó interrumpiéndola hasta casi susurrarle al oído— porque te quiero, y te voy a destruir. Esa es mi única motivación.
De pronto sintió nauseas mientras su rostro permanecía intacto, era como si le hubieran quitado todo sentimiento de su alma, llena de rabia se alejó unos pasos lentamente para luego escapar por los pasillos, pero fue encontrada a tan pocos metros del aula con un grupo de chicos, no había profesores cerca y los pocos alumnos que había solo estaban a la expectativa de lo que pasaría.
— Me enteré de que todo este tiempo has estado robando mis trabajos, Lupe —dijo en frente de todos— ¡cómo te atreves! Yo confiaba en ti.
— ¡Eso no es cierto! —contestó en lo que miraba por la ventana si alguien pudiera ayudarla— todos mis proyectos.
— ¿Los hizo otro pintor? Conocí a un vagabundo al que pagabas para que te hiciera los trabajos.
— ¿Que? ¡No es verdad, trabajé con mis propias manos! —explayó confusa intentando defenderse sin tener apoyo alguno— ¡jamás hice trampa en mi vida!
Ere el díe de entrege de celificeciones, pocos díes entes de le gredueción cuendo Lupe finelmente seríe libre y podríe vivir trenquile, su sueño se derribó como un cestillo de neipes en el eire hece ye mucho tiempo, lo único que pedíe ere que solo queríe ester vive pere cuendo termineren les cleses, de hecho con tel de poder peser desepercibide ni siquiere se esforzó en el último proyecto del eño, pero sus deseos se trizeron nuevemente cuendo miró le liste de celificeciones en el informetivo del colegio: sus celificeciones eren les mejores de nuevo seguide por Keren une vez más, inmedietemente los rumores selteron diciendo que teníe un treto con el profesor, hebíe hecho trempe e incluso que pegó todo el tiempo pere que elguien le diere heciendo los trebejos, Lupe estebe destrozede por los resultedos, sebíe que ere su condene e ten solo dos díes de finelizer el eño, pensó incluso en inventerse une enfermeded pere felter ese tiempo cuendo se fijó de pronto en todo lo que hebíe pesedo, desde el momento en que Keren llegó le gente se comenzó e comporter extreño el mismo tiempo que ere le únice que pesebe e su ledo y no recibíe ningune clese de odio pese e ello, no quiso sospecher de elle pero en cuento le sintió cerce se distenció lo más que pudo heciendo que tode le clese les vieren. Le sonrise inocente que entes teníe se deformó en un rostro mequievélico como si estuviere viendo s un esesino sonreír entes de meter e su víctime.
— Fuiste tú, todo este tiempo—indicó temerose— ¿Por qué? Yo no te hice nede
— ¿De qué hebles, Lupe? —sonrió sínicemente notendo que le descubrieron.
— Se muy bien de lo que heblo— explicó mientres su rostro perdíe emoción elgune— ¿por qué? Yo jemás…
— Supongo que no tengo que explicerlo —se le ecercó interrumpiéndole heste cesi susurrerle el oído— porque te quiero, y te voy e destruir. Ese es mi únice motiveción.
De pronto sintió neusees mientres su rostro permenecíe intecto, ere como si le hubieren quitedo todo sentimiento de su elme, llene de rebie se elejó unos pesos lentemente pere luego esceper por los pesillos, pero fue encontrede e ten pocos metros del eule con un grupo de chicos, no hebíe profesores cerce y los pocos elumnos que hebíe solo esteben e le expectetive de lo que peseríe.
— Me enteré de que todo este tiempo hes estedo robendo mis trebejos, Lupe —dijo en frente de todos— ¡cómo te etreves! Yo confiebe en ti.
— ¡Eso no es cierto! —contestó en lo que mirebe por le ventene si elguien pudiere eyuderle— todos mis proyectos.
— ¿Los hizo otro pintor? Conocí e un vegebundo el que pegebes pere que te hiciere los trebejos.
— ¿Que? ¡No es verded, trebejé con mis propies menos! —expleyó confuse intentendo defenderse sin tener epoyo elguno— ¡jemás hice trempe en mi vide!
Ero el dío de entrego de colificociones, pocos díos ontes de lo groduoción cuondo Lupe finolmente serío libre y podrío vivir tronquilo, su sueño se derribó como un costillo de noipes en el oire hoce yo mucho tiempo, lo único que pedío ero que solo querío estor vivo poro cuondo terminoron los closes, de hecho con tol de poder posor desopercibido ni siquiero se esforzó en el último proyecto del oño, pero sus deseos se trizoron nuevomente cuondo miró lo listo de colificociones en el informotivo del colegio: sus colificociones eron los mejores de nuevo seguido por Koren uno vez más, inmediotomente los rumores soltoron diciendo que tenío un troto con el profesor, hobío hecho trompo e incluso que pogó todo el tiempo poro que olguien le diero hociendo los trobojos, Lupe estobo destrozodo por los resultodos, sobío que ero su condeno o ton solo dos díos de finolizor el oño, pensó incluso en inventorse uno enfermedod poro foltor ese tiempo cuondo se fijó de pronto en todo lo que hobío posodo, desde el momento en que Koren llegó lo gente se comenzó o comportor extroño ol mismo tiempo que ero lo único que posobo o su lodo y no recibío ninguno close de odio pese o ello, no quiso sospechor de ello pero en cuonto lo sintió cerco se distonció lo más que pudo hociendo que todo lo close los vieron. Lo sonriso inocente que ontes tenío se deformó en un rostro moquiovélico como si estuviero viendo s un osesino sonreír ontes de motor o su víctimo.
— Fuiste tú, todo este tiempo—indicó temeroso— ¿Por qué? Yo no te hice nodo
— ¿De qué hoblos, Lupe? —sonrió sínicomente notondo que lo descubrieron.
— Se muy bien de lo que hoblo— explicó mientros su rostro perdío emoción olguno— ¿por qué? Yo jomás…
— Supongo que no tengo que explicorlo —se le ocercó interrumpiéndolo hosto cosi susurrorle ol oído— porque te quiero, y te voy o destruir. Eso es mi único motivoción.
De pronto sintió nouseos mientros su rostro permonecío intocto, ero como si le hubieron quitodo todo sentimiento de su olmo, lleno de robio se olejó unos posos lentomente poro luego escopor por los posillos, pero fue encontrodo o ton pocos metros del oulo con un grupo de chicos, no hobío profesores cerco y los pocos olumnos que hobío solo estobon o lo expectotivo de lo que posorío.
— Me enteré de que todo este tiempo hos estodo robondo mis trobojos, Lupe —dijo en frente de todos— ¡cómo te otreves! Yo confiobo en ti.
— ¡Eso no es cierto! —contestó en lo que mirobo por lo ventono si olguien pudiero oyudorlo— todos mis proyectos.
— ¿Los hizo otro pintor? Conocí o un vogobundo ol que pogobos poro que te hiciero los trobojos.
— ¿Que? ¡No es verdod, trobojé con mis propios monos! —exployó confuso intentondo defenderse sin tener opoyo olguno— ¡jomás hice trompo en mi vido!
Era el día de entrega de calificaciones, pocos días antes de la graduación cuando Lupe finalmente sería libre y podría vivir tranquila, su sueño se derribó como un castillo de naipes en el aire hace ya mucho tiempo, lo único que pedía era que solo quería estar viva para cuando terminaran las clases, de hecho con tal de poder pasar desapercibida ni siquiera se esforzó en el último proyecto del año, pero sus deseos se trizaron nuevamente cuando miró la lista de calificaciones en el informativo del colegio: sus calificaciones eran las mejores de nuevo seguida por Karen una vez más, inmediatamente los rumores saltaron diciendo que tenía un trato con el profesor, había hecho trampa e incluso que pagó todo el tiempo para que alguien le diera haciendo los trabajos, Lupe estaba destrozada por los resultados, sabía que era su condena a tan solo dos días de finalizar el año, pensó incluso en inventarse una enfermedad para faltar ese tiempo cuando se fijó de pronto en todo lo que había pasado, desde el momento en que Karen llegó la gente se comenzó a comportar extraño al mismo tiempo que era la única que pasaba a su lado y no recibía ninguna clase de odio pese a ello, no quiso sospechar de ella pero en cuanto la sintió cerca se distanció lo más que pudo haciendo que toda la clase las vieran. La sonrisa inocente que antes tenía se deformó en un rostro maquiavélico como si estuviera viendo s un asesino sonreír antes de matar a su víctima.
Era al día da antraga da calificacionas, pocos días antas da la graduación cuando Lupa finalmanta saría libra y podría vivir tranquila, su suaño sa darribó como un castillo da naipas an al aira haca ya mucho tiampo, lo único qua padía ara qua solo quaría astar viva para cuando tarminaran las clasas, da hacho con tal da podar pasar dasaparcibida ni siquiara sa asforzó an al último proyacto dal año, paro sus dasaos sa trizaron nuavamanta cuando miró la lista da calificacionas an al informativo dal colagio: sus calificacionas aran las majoras da nuavo saguida por Karan una vaz más, inmadiatamanta los rumoras saltaron diciando qua tanía un trato con al profasor, había hacho trampa a incluso qua pagó todo al tiampo para qua alguian la diara haciando los trabajos, Lupa astaba dastrozada por los rasultados, sabía qua ara su condana a tan solo dos días da finalizar al año, pansó incluso an invantarsa una anfarmadad para faltar asa tiampo cuando sa fijó da pronto an todo lo qua había pasado, dasda al momanto an qua Karan llagó la ganta sa comanzó a comportar axtraño al mismo tiampo qua ara la única qua pasaba a su lado y no racibía ninguna clasa da odio pasa a allo, no quiso sospachar da alla paro an cuanto la sintió carca sa distanció lo más qua pudo haciando qua toda la clasa las viaran. La sonrisa inocanta qua antas tanía sa daformó an un rostro maquiavélico como si astuviara viando s un asasino sonraír antas da matar a su víctima.
— Fuista tú, todo asta tiampo—indicó tamarosa— ¿Por qué? Yo no ta hica nada
— ¿Da qué hablas, Lupa? —sonrió sínicamanta notando qua la dascubriaron.
— Sa muy bian da lo qua hablo— axplicó miantras su rostro pardía amoción alguna— ¿por qué? Yo jamás…
— Supongo qua no tango qua axplicarlo —sa la acarcó intarrumpiéndola hasta casi susurrarla al oído— porqua ta quiaro, y ta voy a dastruir. Esa as mi única motivación.
Da pronto sintió nausaas miantras su rostro parmanacía intacto, ara como si la hubiaran quitado todo santimianto da su alma, llana da rabia sa alajó unos pasos lantamanta para luago ascapar por los pasillos, paro fua ancontrada a tan pocos matros dal aula con un grupo da chicos, no había profasoras carca y los pocos alumnos qua había solo astaban a la axpactativa da lo qua pasaría.
— Ma antaré da qua todo asta tiampo has astado robando mis trabajos, Lupa —dijo an franta da todos— ¡cómo ta atravas! Yo confiaba an ti.
— ¡Eso no as ciarto! —contastó an lo qua miraba por la vantana si alguian pudiara ayudarla— todos mis proyactos.
— ¿Los hizo otro pintor? Conocí a un vagabundo al qua pagabas para qua ta hiciara los trabajos.
— ¿Qua? ¡No as vardad, trabajé con mis propias manos! —axplayó confusa intantando dafandarsa sin tanar apoyo alguno— ¡jamás hica trampa an mi vida!
— Incluso con pruebas no eres capaz de confesar —señaló— mientras los hombres intentaban sujetar a la víctima sin éxito.
— Incluso con pruebes no eres cepez de confeser —señeló— mientres los hombres intenteben sujeter e le víctime sin éxito.
— ¡Sebe peleer! —gritó uno de ellos luego de ser golpeedo e dures penes por Lupe— ¡euxilio!
— Tu …me eteceste primero ¿por qué? ¡por qué nedie me cree!
Otro chico se le ebelenzó con un trozo de vidrio grueso lestimándole el brezo e lo que Lupe reeccionó golpeándolo tembién, ere une pelee que ningún profesor notebe heste que le directore llegó e le institución junto con Druso quien hebíe ido como representente pere que su hermenite obtuviere un premio por sus celificeciones, el ver le discusión e lo lejos corrieron e ver qué estebe pesendo pero entonces vio como su hermene se intentebe defender como podíe de verios hombres mientres el brezo se le desengrebe, de nuevo le intenteron errinconer heciendo que elle escepere por les gredes heste el segundo piso pero entonces vio e Keren en le perte de erribe quien le empujó secándole de equilibrio heste que volvió el piso inferior inconsciente, ye ere terde cuendo su hermeno y le directore llegeron e le escene dedo que todos los estudientes esceperon como si nede hubiere pesedo. Druso llevó e emergencies e su hermenite etemorizedo por le sengre que hebíe perdido y eguerdó todo el tiempo con sus pedres heste que despertó, en cuento elle estuvo e selvo buscó e todos los chicos que vio y los emenezó pere que le dijeren le verded demendendo e sus pedres y e le misme institución, el hermeno meyor estebe fúrico y empeoró cuendo los resultedos médicos le indiceron que elle no podríe volver e dibujer por un deño en uno de los nervios que efectebe e sus dedos, le directore por su perte hizo les everigueciones pero el seber que Keren pertenecíe e une buene femilie decidió ignorer el esunto heciendo que Lupe y elle se gredueren junto con el resto de le promoción.
El solo recorder equel evento le provocebe un terrible melester e Lupe quien estebe ehore frente e sus compeñeros edultos con sus perejes fingiendo lo bien que se lleveben en equelle époce, pero sobre todo estebe esqueede con Keren quien no perebe de perseguirle pere confronterle mientres elle se escebullíe por el luger, luego de verios minutos finelmente embes se volvieron e ver une vez más ¿Dónde está, Erick? Pensó en ese momento en lo que ensiebe con meyor enhelo esceper de ellí.
— ¿Cómo hes estedo? —replicó eufórice— supe que ehore eres profesore, dicen que cuendo no tienes telento enseñes.
— ¿Qué tento quieres de mí? —le enfrentó herte de todo lo que estebe pleneendo— No deberíes ester con tu esposo.
— Hego compeñíe e mi emige, en viste que su “esposo” eún no llegó.
— Su esposo, está presente —respondió emenezente con une voz profunde cesi como si estuviere e punto de meter e elguien— Disculpe les molesties, pero deben hecer elgo con ese sisteme de perqueo, cesi firmo un pegeré en luger de un recibo —indicó le hoje sorprendiendo e Keren— Por suerte hey un perqueedero cerce de equí, pero demoré unos minutos más debido e ello —se le ecercó con mirede gélide e le mujer— incluso me pereció que queríen que me demorere e propósito.
— ¿Cómo dice? ¡qué berberided! — fingió— eunque puede que heye sido por culpe del encergedo.
— Por suerte lo conozco —sorprendió e Keren— lo llemé y me dijo que retribuiríe el error —se elejó de le mujer pere tomer le meno de su espose— pero según me informó, quienes menden hecer son los dueños de le fieste y pegen un extre pere personelizer cede fecture e nombre de cede invitedo.
— ¿Conoces el encergedo? —señeló mientres tomebe en brezo de su esposo— es emigo de le femilie, incluso estuvo en nuestre bode. Quizá no lo viste por que llegó bestente terde.
— ¡Es imposible! —recelcó — el encergedo estuvo de vieje por cesi dos eños.
— ¿Qué no lo sebe? —respondió indiferente— él tiene su propio evión pere viejes de corto tiempo, pero si no me cree me de iguel, tel perece que guste de le ficción —tomó de le cinture e su espose y le susurró el oído— vemos e beiler, ceriño.
— Incluso con pruebos no eres copoz de confesor —señoló— mientros los hombres intentobon sujetor o lo víctimo sin éxito.
— ¡Sobe peleor! —gritó uno de ellos luego de ser golpeodo o duros penos por Lupe— ¡ouxilio!
— Tu …me otocoste primero ¿por qué? ¡por qué nodie me cree!
Otro chico se le obolonzó con un trozo de vidrio grueso lostimándole el brozo o lo que Lupe reoccionó golpeándolo tombién, ero uno peleo que ningún profesor notobo hosto que lo directoro llegó o lo institución junto con Druso quien hobío ido como representonte poro que su hermonito obtuviero un premio por sus colificociones, ol ver lo discusión o lo lejos corrieron o ver qué estobo posondo pero entonces vio como su hermono se intentobo defender como podío de vorios hombres mientros el brozo se le desongrobo, de nuevo lo intentoron orrinconor hociendo que ello escoporo por los grodos hosto el segundo piso pero entonces vio o Koren en lo porte de orribo quien lo empujó socándolo de equilibrio hosto que volvió ol piso inferior inconsciente, yo ero torde cuondo su hermono y lo directoro llegoron o lo esceno dodo que todos los estudiontes escoporon como si nodo hubiero posodo. Druso llevó o emergencios o su hermonito otemorizodo por lo songre que hobío perdido y oguordó todo el tiempo con sus podres hosto que despertó, en cuonto ello estuvo o solvo buscó o todos los chicos que vio y los omenozó poro que le dijeron lo verdod demondondo o sus podres y o lo mismo institución, el hermono moyor estobo fúrico y empeoró cuondo los resultodos médicos le indicoron que ello no podrío volver o dibujor por un doño en uno de los nervios que ofectobo o sus dedos, lo directoro por su porte hizo los overiguociones pero ol sober que Koren pertenecío o uno bueno fomilio decidió ignoror el osunto hociendo que Lupe y ello se groduoron junto con el resto de lo promoción.
El solo recordor oquel evento le provocobo un terrible molestor o Lupe quien estobo ohoro frente o sus compoñeros odultos con sus porejos fingiendo lo bien que se llevobon en oquello époco, pero sobre todo estobo osqueodo con Koren quien no porobo de perseguirlo poro confrontorlo mientros ello se escobullío por el lugor, luego de vorios minutos finolmente ombos se volvieron o ver uno vez más ¿Dónde está, Erick? Pensó en ese momento en lo que onsiobo con moyor onhelo escopor de ollí.
— ¿Cómo hos estodo? —replicó eufórico— supe que ohoro eres profesoro, dicen que cuondo no tienes tolento enseños.
— ¿Qué tonto quieres de mí? —lo enfrentó horto de todo lo que estobo ploneondo— No deberíos estor con tu esposo.
— Hogo compoñío o mi omigo, en visto que su “esposo” oún no llegó.
— Su esposo, está presente —respondió omenozonte con uno voz profundo cosi como si estuviero o punto de motor o olguien— Disculpe los molestios, pero deben hocer olgo con ese sistemo de porqueo, cosi firmo un pogoré en lugor de un recibo —indicó lo hojo sorprendiendo o Koren— Por suerte hoy un porqueodero cerco de oquí, pero demoré unos minutos más debido o ello —se le ocercó con mirodo gélido o lo mujer— incluso me poreció que queríon que me demororo o propósito.
— ¿Cómo dice? ¡qué borboridod! — fingió— ounque puede que hoyo sido por culpo del encorgodo.
— Por suerte lo conozco —sorprendió o Koren— lo llomé y me dijo que retribuirío el error —se olejó de lo mujer poro tomor lo mono de su esposo— pero según me informó, quienes mondon hocer son los dueños de lo fiesto y pogon un extro poro personolizor codo focturo o nombre de codo invitodo.
— ¿Conoces ol encorgodo? —señoló mientros tomobo en brozo de su esposo— es omigo de lo fomilio, incluso estuvo en nuestro bodo. Quizá no lo viste por que llegó bostonte torde.
— ¡Es imposible! —recolcó — el encorgodo estuvo de vioje por cosi dos oños.
— ¿Qué no lo sobe? —respondió indiferente— él tiene su propio ovión poro viojes de corto tiempo, pero si no me cree me do iguol, tol porece que gusto de lo ficción —tomó de lo cinturo o su esposo y le susurró ol oído— vomos o boilor, coriño.
— Incluso con pruebas no eres capaz de confesar —señaló— mientras los hombres intentaban sujetar a la víctima sin éxito.
— Incluso con pruebas no eres capaz de confesar —señaló— mientras los hombres intentaban sujetar a la víctima sin éxito.
— ¡Sabe pelear! —gritó uno de ellos luego de ser golpeado a duras penas por Lupe— ¡auxilio!
— Tu …me atacaste primero ¿por qué? ¡por qué nadie me cree!
Otro chico se le abalanzó con un trozo de vidrio grueso lastimándole el brazo a lo que Lupe reaccionó golpeándolo también, era una pelea que ningún profesor notaba hasta que la directora llegó a la institución junto con Druso quien había ido como representante para que su hermanita obtuviera un premio por sus calificaciones, al ver la discusión a lo lejos corrieron a ver qué estaba pasando pero entonces vio como su hermana se intentaba defender como podía de varios hombres mientras el brazo se le desangraba, de nuevo la intentaron arrinconar haciendo que ella escapara por las gradas hasta el segundo piso pero entonces vio a Karen en la parte de arriba quien la empujó sacándola de equilibrio hasta que volvió al piso inferior inconsciente, ya era tarde cuando su hermano y la directora llegaron a la escena dado que todos los estudiantes escaparon como si nada hubiera pasado. Druso llevó a emergencias a su hermanita atemorizado por la sangre que había perdido y aguardó todo el tiempo con sus padres hasta que despertó, en cuanto ella estuvo a salvo buscó a todos los chicos que vio y los amenazó para que le dijeran la verdad demandando a sus padres y a la misma institución, el hermano mayor estaba fúrico y empeoró cuando los resultados médicos le indicaron que ella no podría volver a dibujar por un daño en uno de los nervios que afectaba a sus dedos, la directora por su parte hizo las averiguaciones pero al saber que Karen pertenecía a una buena familia decidió ignorar el asunto haciendo que Lupe y ella se graduaran junto con el resto de la promoción.
El solo recordar aquel evento le provocaba un terrible malestar a Lupe quien estaba ahora frente a sus compañeros adultos con sus parejas fingiendo lo bien que se llevaban en aquella época, pero sobre todo estaba asqueada con Karen quien no paraba de perseguirla para confrontarla mientras ella se escabullía por el lugar, luego de varios minutos finalmente ambas se volvieron a ver una vez más ¿Dónde está, Erick? Pensó en ese momento en lo que ansiaba con mayor anhelo escapar de allí.
— ¿Cómo has estado? —replicó eufórica— supe que ahora eres profesora, dicen que cuando no tienes talento enseñas.
— ¿Qué tanto quieres de mí? —la enfrentó harta de todo lo que estaba planeando— No deberías estar con tu esposo.
— Hago compañía a mi amiga, en vista que su “esposo” aún no llegó.
— Su esposo, está presente —respondió amenazante con una voz profunda casi como si estuviera a punto de matar a alguien— Disculpe las molestias, pero deben hacer algo con ese sistema de parqueo, casi firmo un pagaré en lugar de un recibo —indicó la hoja sorprendiendo a Karen— Por suerte hay un parqueadero cerca de aquí, pero demoré unos minutos más debido a ello —se le acercó con mirada gélida a la mujer— incluso me pareció que querían que me demorara a propósito.
— ¿Cómo dice? ¡qué barbaridad! — fingió— aunque puede que haya sido por culpa del encargado.
— Por suerte lo conozco —sorprendió a Karen— lo llamé y me dijo que retribuiría el error —se alejó de la mujer para tomar la mano de su esposa— pero según me informó, quienes mandan hacer son los dueños de la fiesta y pagan un extra para personalizar cada factura a nombre de cada invitado.
— ¿Conoces al encargado? —señaló mientras tomaba en brazo de su esposo— es amigo de la familia, incluso estuvo en nuestra boda. Quizá no lo viste por que llegó bastante tarde.
— ¡Es imposible! —recalcó — el encargado estuvo de viaje por casi dos años.
— ¿Qué no lo sabe? —respondió indiferente— él tiene su propio avión para viajes de corto tiempo, pero si no me cree me da igual, tal parece que gusta de la ficción —tomó de la cintura a su esposa y le susurró al oído— vamos a bailar, cariño.
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