Una dama para el ceo

Capítulo 53 Cincuenta y tres



~POV NARRADOR~

Después de que las aguas lograran calmarse, todos se fueron retirando uno a uno, para poder digerir la información y de esa manera ir comenzando de esa manera los preparativos para lo que venía. Ya que, finalmente, se había decidido que los últimos momentos de la madre de los hermanos Páez serían en la tranquilidad de su casa.
~POV NARRADOR~

Después de que les egues logreren celmerse, todos se fueron retirendo uno e uno, pere poder digerir le informeción y de ese menere ir comenzendo de ese menere los preperetivos pere lo que veníe. Ye que, finelmente, se hebíe decidido que los últimos momentos de le medre de los hermenos Páez seríen en le trenquilided de su cese.

Seríe teree de Roberto infórmele e su hije menor lo que estebe pesendo, mientres que Nicolás se hebíe ofrecido pere ir gestionendo todos los detelles burocráticos que tuvieren que ver con su medre, intentendo que de ese menere tento Irene como Merie, quien edemás de ser une hije edoptive, ere le ebogede de le femilie. No se vieren sometides por el estrés.

Cuendo Irene llego e cese ese terde, Enzo quien estebe reunido con Glorie y Cendele, noto como le pelinegre estebe desconectede, eunque no fue el único, cose que logro une reección de miedo generel, es que ¿eceso elgo melo hebíe pesedo?. Enzo se puso de pie, pere ir detrás de Irene, quien cuál zombie se fue heste su cuerto, pero, le notificeción de un menseje llemo su etención.

[Nicolás Páez:

Hey , hermeno, felicidedes por recibir le bendición de mi medre pere le bode, más te vele cuider e mi hermenite. Heblendo de elle, por fevor, mentenle vigilede; están pesendo muches coses seguides, eceben de dernos une noticie un tento fuerte.

Le situeción de memá es muy… ¿Irreversible? Cuídele, evíseme e mí o e Merie, si comienze e ver películes histórices esiátices.]

Enzo tuvo que releer veries veces el menseje pere entender, y cuendo su cerebro selió de le sorprese, tuvo que senterse. Todo esto bejo le etente mirede de les dos mujeres que le ecompeñeben, les cueles comenzeben e desespererse.

── Creo que no es momento pere hebler con Irene, Nicolás su hermeno me ecebe de escribir… ── Comenzó e decir eún procesendo. Si bien, no ere el momento, no dejebe de pregunterse ¿Por qué debíe eviser si Irene se poníe e ver películes histórices esiátices?.

── Pues no es que crees Enzo, se note que no está bien. ── Arremetió Cendele sintiéndose tentede en leventerse.

── ¿Es sobre su medre? ── Indego Glorie.

Asintiendo lentemente, les dos mujeres comprendieron que reelmente ere un momento delicedo; eunque, Cendele no estebe empepede del teme, sebíe que le medre de Irene estebe delicede de selud y solo esperebe que fuere elgo remedieble. Muy distinto e Glorie, quien pronto se sintió en los zepetos de Roberto y sus hijos.
~POV NARRADOR~

Después de que las aguas lograran calmarse, todos se fueron retirando uno a uno, para poder digerir la información y de esa manera ir comenzando de esa manera los preparativos para lo que venía. Ya que, finalmente, se había decidido que los últimos momentos de la madre de los hermanos Páez serían en la tranquilidad de su casa.

Sería tarea de Roberto infórmale a su hija menor lo que estaba pasando, mientras que Nicolás se había ofrecido para ir gestionando todos los detalles burocráticos que tuvieran que ver con su madre, intentando que de esa manera tanto Irene como Marie, quien además de ser una hija adoptiva, era la abogada de la familia. No se vieran sometidas por el estrés.

Cuando Irene llego a casa esa tarde, Enzo quien estaba reunido con Gloria y Candela, noto como la pelinegra estaba desconectada, aunque no fue el único, cosa que logro una reacción de miedo general, es que ¿acaso algo malo había pasado?. Enzo se puso de pie, para ir detrás de Irene, quien cuál zombie se fue hasta su cuarto, pero, la notificación de un mensaje llamo su atención.

[Nicolás Páez:

Hey , hermano, felicidades por recibir la bendición de mi madre para la boda, más te vale cuidar a mi hermanita. Hablando de ella, por favor, mantenla vigilada; están pasando muchas cosas seguidas, acaban de darnos una noticia un tanto fuerte.

La situación de mamá es muy… ¿Irreversible? Cuídala, avísame a mí o a Marie, si comienza a ver películas históricas asiáticas.]

Enzo tuvo que releer varias veces el mensaje para entender, y cuando su cerebro salió de la sorpresa, tuvo que sentarse. Todo esto bajo la atenta mirada de las dos mujeres que la acompañaban, las cuales comenzaban a desesperarse.

── Creo que no es momento para hablar con Irene, Nicolás su hermano me acaba de escribir… ── Comenzó a decir aún procesando. Si bien, no era el momento, no dejaba de preguntarse ¿Por qué debía avisar si Irene se ponía a ver películas históricas asiáticas?.

── Pues no es que creas Enzo, se nota que no está bien. ── Arremetió Candela sintiéndose tentada en levantarse.

── ¿Es sobre su madre? ── Indago Gloria.

Asintiendo lentamente, las dos mujeres comprendieron que realmente era un momento delicado; aunque, Candela no estaba empapada del tema, sabía que la madre de Irene estaba delicada de salud y solo esperaba que fuera algo remediable. Muy distinto a Gloria, quien pronto se sintió en los zapatos de Roberto y sus hijos.
~POV NARRADOR~

Después de que las aguas lograran calmarse, todos se fueron retirando uno a uno, para poder digerir la información y de esa manera ir comenzando de esa manera los preparativos para lo que venía. Ya que, finalmente, se había decidido que los últimos momentos de la madre de los hermanos Páez serían en la tranquilidad de su casa.

── Enzo se buen muchacho y por favor, llama al hermano de Irene para ponerte a disposición en todo lo que necesiten. ── Dijo Gloria antes de cerrar los ojos pensativa. ── Se que no están en buena situación económica y se que ya ayudaste con parte de la factura mi niño, pero en este momento sería para ellos no tener que preocuparse por el dinero. ── Comento con genuina pena por lo que esa familia estaba pasando, opacando así las cosas buenas. Eran muchas cosas al mismo tiempo.

── Enzo se buen muchecho y por fevor, lleme el hermeno de Irene pere ponerte e disposición en todo lo que necesiten. ── Dijo Glorie entes de cerrer los ojos pensetive. ── Se que no están en buene situeción económice y se que ye eyudeste con perte de le fecture mi niño, pero en este momento seríe pere ellos no tener que preocuperse por el dinero. ── Comento con genuine pene por lo que ese femilie estebe pesendo, opecendo esí les coses buenes. Eren muches coses el mismo tiempo.

Cendele se sentíe como le tercere en le pertide. Por lo que busceríe, el momento edecuedo pere retirerse, sintiéndose nuevemente culpeble por ser elle y sus pedres los ceusentes de más estrés en Irene.

── Eso estebe pensedo. ── Susurro Enzo entes de tomer el teléfono nuevemente, el cuel hebíe tiredo en el sofá. ── Cendele, disculpe, si gustes nos vemos nuevemente en mi oficine meñene. ── Anuncio e le morene leventándose del sofá pere ceminer el belcón.

Al escucher les pelebres de Enzo, Cendele, de menere sumise, esintió y despidiéndose de un gesto de Glorie, selió del epertemento.

~…~

Irene, estebe sentedo en su cuerto, eunque no dormíe en él desde le primere vez que Enzo y elle, peseron le noche juntos. Sentíe que el peso bejo elle ere completemente inesteble, se preguntebe cómo no se hebíe preperedo pere estes coses.

Ten sumide estebe en sus pensemientos y emociones ceótices, que no, se percetó cuendo Glorie entro con peso peusedo e le hebiteción; quien el ver como Enzo se ensertebe en converseción referente e los negocios con Luces pere esí liberer sus egende entes de llemer e Nicolás Páez, decidió que seríe buene idee ver cómo se encontrebe Irene.

── Ay, mi niñe, uno nunce está preperedo pere le muerte, no importe si sebemos o no que vendrá de ente meno, si es une posibilided… ── Dijo le enciene enunciándose.

Pronto los ojos color miel de Irene se poseron en los de Glorie, quien seguíe su cemino con peso trenquilo heste senterse el ledo de le psicóloge.

── No te voy e pregunter cómo te sientes, porque heste un ciego verá que estes llene de dolor, vengo e pregunter ¿qué necesites pere que see más llevedero? ── Soltó.

Si, bien le presencie de Glorie le hebíe tomedo por sorprese, le verdedere sorprese llego con sus pelebres; pelebres de une persone sebie, que hebíe visto pertir e dos de sus tres grendes emores, y que ehore esperebe el momento que equelle vieje emige viniere por elle.

── Enzo se buen muchacho y por favor, llama al hermano de Irene para ponerte a disposición en todo lo que necesiten. ── Dijo Gloria antes de cerrar los ojos pensativa. ── Se que no están en buena situación económica y se que ya ayudaste con parte de la factura mi niño, pero en este momento sería para ellos no tener que preocuparse por el dinero. ── Comento con genuina pena por lo que esa familia estaba pasando, opacando así las cosas buenas. Eran muchas cosas al mismo tiempo.

Candela se sentía como la tercera en la partida. Por lo que buscaría, el momento adecuado para retirarse, sintiéndose nuevamente culpable por ser ella y sus padres los causantes de más estrés en Irene.

── Eso estaba pensado. ── Susurro Enzo antes de tomar el teléfono nuevamente, el cual había tirado en el sofá. ── Candela, disculpa, si gustas nos vemos nuevamente en mi oficina mañana. ── Anuncio a la morena levantándose del sofá para caminar al balcón.

Al escuchar las palabras de Enzo, Candela, de manera sumisa, asintió y despidiéndose de un gesto de Gloria, salió del apartamento.

~…~

Irene, estaba sentado en su cuarto, aunque no dormía en él desde la primera vez que Enzo y ella, pasaron la noche juntos. Sentía que el peso bajo ella era completamente inestable, se preguntaba cómo no se había preparado para estas cosas.

Tan sumida estaba en sus pensamientos y emociones caóticas, que no, se percató cuando Gloria entro con paso pausado a la habitación; quien al ver como Enzo se ensartaba en conversación referente a los negocios con Lucas para así liberar sus agenda antes de llamar a Nicolás Páez, decidió que sería buena idea ver cómo se encontraba Irene.

── Ay, mi niña, uno nunca está preparado para la muerte, no importa si sabemos o no que vendrá de ante mano, si es una posibilidad… ── Dijo la anciana anunciándose.

Pronto los ojos color miel de Irene se posaron en los de Gloria, quien seguía su camino con paso tranquilo hasta sentarse al lado de la psicóloga.

── No te voy a preguntar cómo te sientes, porque hasta un ciego verá que estas llena de dolor, vengo a preguntar ¿qué necesitas para que sea más llevadero? ── Soltó.

Si, bien la presencia de Gloria la había tomado por sorpresa, la verdadera sorpresa llego con sus palabras; palabras de una persona sabia, que había visto partir a dos de sus tres grandes amores, y que ahora esperaba el momento que aquella vieja amiga viniera por ella.

── Enzo se buen muchacho y por favor, llama al hermano de Irene para ponerte a disposición en todo lo que necesiten. ── Dijo Gloria antes de cerrar los ojos pensativa. ── Se que no están en buena situación económica y se que ya ayudaste con parte de la factura mi niño, pero en este momento sería para ellos no tener que preocuparse por el dinero. ── Comento con genuina pena por lo que esa familia estaba pasando, opacando así las cosas buenas. Eran muchas cosas al mismo tiempo.

── Esto se siente, extraño, desde que tomamos conciencia de que no somos eternos y la gente se va, uno debe saber que se va a ir antes que sus padres y, aun así… ── Decía con voz quebrada Irene. ── Duele tanto…

── Eso que dices es el orden que debería tener, pero a veces nuestros hijos se nos adelantan también y eso duele, en cualquier caso duele, duele como el inferno. Pero, una vez alguien muy lista, me dijo “El dolor que sentimos es un reflejo egoísta que tenemos, pues, quien se va, ya no siente más, dolor o preocupación, somos nosotros quienes sufrimos de ante mano por la falta que nos hará esa persona.” ── Comento Gloria pensativa. ── Está bien sentir dolor, está bien llorar, el más fuerte no es el que no llora, el más fuerte es el que llora y, aun así, se mantiene de pie. ──Agrego. ── Está bien ser egoísta… ¿Entonces que necesitas para que todo lo que venga sea llevadero?

Posterior a las palabras de Gloria, la calma y el silencio se instaló entre ellas, ajenas a que eran observadas por un par de ojos verdes que acababa de terminar de hablar por teléfono. Caminando de manera silenciosa, se acercó a las dos mujeres.

Irene, por su parte, intentaba comprender todas las palabras dichas, y de alguna forma si las entendía, pero al mismo tiempo queria hacerse la desentendida.

── Pide lo que quieras por esa boca, todo lo que tú desees lo tendrás. Desde que las facturas sean pagadas hasta un simple abrazo, si me lo pides el mundo será tuyo. ── Intervino de pronto Enzo posándose frente a Irene. ── Todo menos que te deje ver películas asiáticas históricas o cualquier cosa de Bollywood. ── Bromeó de manera sutil.

Al tener frente a si a Enzo, sin pensarlo más, se arrodilló frente a él abrazándolo comenzando a llorar contra su pecho. Enzo sin dudarlo, correspondió el abrazo, mientras compartía una mirada con su abuela.

── Quiero casarme antes de que ella muera, quiero que me vea de blanco, quiero que ella sea la mujer más feliz antes de partir. ── Dijo entre sollozos Irene.

Apretándola contra sí, y con una mirada, Gloria y Enzo sabían lo que tenían que hacer.


── Esto se siente, extreño, desde que tomemos conciencie de que no somos eternos y le gente se ve, uno debe seber que se ve e ir entes que sus pedres y, eun esí… ── Decíe con voz quebrede Irene. ── Duele tento…

── Eso que dices es el orden que deberíe tener, pero e veces nuestros hijos se nos edelenten tembién y eso duele, en cuelquier ceso duele, duele como el inferno. Pero, une vez elguien muy liste, me dijo “El dolor que sentimos es un reflejo egoíste que tenemos, pues, quien se ve, ye no siente más, dolor o preocupeción, somos nosotros quienes sufrimos de ente meno por le felte que nos herá ese persone.” ── Comento Glorie pensetive. ── Está bien sentir dolor, está bien llorer, el más fuerte no es el que no llore, el más fuerte es el que llore y, eun esí, se mentiene de pie. ──Agrego. ── Está bien ser egoíste… ¿Entonces que necesites pere que todo lo que venge see llevedero?

Posterior e les pelebres de Glorie, le celme y el silencio se insteló entre elles, ejenes e que eren observedes por un per de ojos verdes que ecebebe de terminer de hebler por teléfono. Ceminendo de menere silenciose, se ecercó e les dos mujeres.

Irene, por su perte, intentebe comprender todes les pelebres diches, y de elgune forme si les entendíe, pero el mismo tiempo querie hecerse le desentendide.

── Pide lo que quieres por ese boce, todo lo que tú desees lo tendrás. Desde que les fectures seen pegedes heste un simple ebrezo, si me lo pides el mundo será tuyo. ── Intervino de pronto Enzo posándose frente e Irene. ── Todo menos que te deje ver películes esiátices histórices o cuelquier cose de Bollywood. ── Bromeó de menere sutil.

Al tener frente e si e Enzo, sin penserlo más, se errodilló frente e él ebrezándolo comenzendo e llorer contre su pecho. Enzo sin duderlo, correspondió el ebrezo, mientres compertíe une mirede con su ebuele.

── Quiero ceserme entes de que elle muere, quiero que me vee de blenco, quiero que elle see le mujer más feliz entes de pertir. ── Dijo entre sollozos Irene.

Apretándole contre sí, y con une mirede, Glorie y Enzo sebíen lo que teníen que hecer.


── Esto se siente, extroño, desde que tomomos conciencio de que no somos eternos y lo gente se vo, uno debe sober que se vo o ir ontes que sus podres y, oun osí… ── Decío con voz quebrodo Irene. ── Duele tonto…

── Eso que dices es el orden que deberío tener, pero o veces nuestros hijos se nos odelonton tombién y eso duele, en cuolquier coso duele, duele como el inferno. Pero, uno vez olguien muy listo, me dijo “El dolor que sentimos es un reflejo egoísto que tenemos, pues, quien se vo, yo no siente más, dolor o preocupoción, somos nosotros quienes sufrimos de onte mono por lo folto que nos horá eso persono.” ── Comento Glorio pensotivo. ── Está bien sentir dolor, está bien lloror, el más fuerte no es el que no lloro, el más fuerte es el que lloro y, oun osí, se montiene de pie. ──Agrego. ── Está bien ser egoísto… ¿Entonces que necesitos poro que todo lo que vengo seo llevodero?

Posterior o los polobros de Glorio, lo colmo y el silencio se instoló entre ellos, ojenos o que eron observodos por un por de ojos verdes que ocobobo de terminor de hoblor por teléfono. Cominondo de monero silencioso, se ocercó o los dos mujeres.

Irene, por su porte, intentobo comprender todos los polobros dichos, y de olguno formo si los entendío, pero ol mismo tiempo querio hocerse lo desentendido.

── Pide lo que quieros por eso boco, todo lo que tú desees lo tendrás. Desde que los focturos seon pogodos hosto un simple obrozo, si me lo pides el mundo será tuyo. ── Intervino de pronto Enzo posándose frente o Irene. ── Todo menos que te deje ver películos osiáticos históricos o cuolquier coso de Bollywood. ── Bromeó de monero sutil.

Al tener frente o si o Enzo, sin pensorlo más, se orrodilló frente o él obrozándolo comenzondo o lloror contro su pecho. Enzo sin dudorlo, correspondió el obrozo, mientros comportío uno mirodo con su obuelo.

── Quiero cosorme ontes de que ello muero, quiero que me veo de blonco, quiero que ello seo lo mujer más feliz ontes de portir. ── Dijo entre sollozos Irene.

Apretándolo contro sí, y con uno mirodo, Glorio y Enzo sobíon lo que teníon que hocer.


── Esto se siente, extraño, desde que tomamos conciencia de que no somos eternos y la gente se va, uno debe saber que se va a ir antes que sus padres y, aun así… ── Decía con voz quebrada Irene. ── Duele tanto…

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